El Presidente del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, anunció hoy que no permanecerá en el cargo más allá del 1 de noviembre de 2017 y denunció la campaña militar de las fuerzas iraquíes en los territorios disputados con las tropas kurdas, en medio de negociaciones para resolver la disputa. Barzani envió una carta al Parlamento para comunicar su renuncia y posteriormente ofreció un discurso televisivo, en el que aseguró que se retira del cargo que ocupa desde 2005, pero que servirá al Kurdistán como un soldado. Asimismo, el funcionario señaló que el Gobierno central iraquí actúa contra los kurdos con el pretexto del referendo de independencia del pasado 25 de septiembre, el cual despertó las tensiones entre Kurdistán y las autoridades de Bagdad. Barzani destacó que la operación militar lanzada por el Ejército iraquí y milicias progubernamentales a mediados de octubre en los territorios disputados estaba planeada, y habría tenido lugar aunque no se hubiera celebrado la consulta. Además, el Mandatario dio comienzo hoy la segunda ronda de negociaciones entre una delegación de Bagdad y una kurda sobre los territorios, en los que rige un alto el fuego desde este fin de semana, informó la televisión estatal Al Iraquiya. Durante el fin de semana se celebró la primera ronda, tras la ofensiva de las tropas nacionales para recuperar el territorio ocupado desde 2014 tras expulsar al grupo autodenominado Estado Islámico (EI), como partes de la provincia petrolera de Kirkuk. Este domingo, la Cámara votó a favor de que los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial asuman las funciones desempeñadas hasta ahora por el jefe de la región autónoma hasta que se celebren nuevas elecciones, previstas para julio de 2018. Barzani convocó a comicios parlamentarios y presidenciales el 1 de noviembre de 2017, pero por motivos políticos, de seguridad y tácticos, y por la falta de candidatos, la comisión electoral suspendió los preparativos, según la carta escrita dirigida a los diputados. Por lo que rechazó prolongar su mandato, tal y como ocurrió en 2013, año desde el cual ha permanecido en el poder por decisión del Parlamento pero sin el respaldo de las urnas. Barzani, de 71 años, ganó las elecciones kurdas en 2005 y 2009, y se convirtió en una figura conocida y respetada a nivel internacional, con el apoyo de Estados Unidos y otros países, especialmente en la lucha contra el autodenominado Estado Islámico en el norte de Irak.