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Más del 60% de la población mundial vive en las ciudades, y este porcentaje aumenta rápidamente. Vivimos el siglo de las ciudades.
00:50 viernes 7 febrero, 2020
ColaboradoresMás del 60% de la población mundial vive en las ciudades, y este porcentaje aumenta rápidamente. Vivimos el siglo de las ciudades. Las ciudades son espacios con muchos beneficios, tres cuartas partes del producto interno bruto se concentra en las ciudades, además de creatividad, grandes cantidades de información y con todo ello la disminución de costos asociados a las economías de escala y aglomeración; sin embargo, existen también muchas cuestiones negativas. Hace cinco años en Quito, Ecuador, se realizó la conferencia Habitat III, y se analizó la nueva agenda de las ciudades para lograr ser espacios inclusivos, seguros, resiliencia y sustentables. Ahí, Joan Clos señaló la importancia que tiene, planear, diseñar y gobernar bien una ciudad para obtener beneficios y no problemas de la urbanización. Hoy tenemos la oportunidad de cambiar el modelo de urbanización que tenemos y que ha generado tantos problemas. En nuestra ciudad, desde hace 16 años no tenemos un plan que permita atender los principales problemas. Muy cierto, que el Programa que se está construyendo pueda tener muchas perspectivas, tal vez igual a la cantidad de personas que vivimos en la ciudad, por tanto, sería imposible generar un modelo que atienda a cada una, tal vez es mejor establecer los grandes acuerdos que nos ayuden a construir nuestra ciudad. La responsabilidad con el medio ambiente
El proyecto de ciudad productiva, incluyente y centrada en las personas
La atención a los grandes problemas urbanos como el agua y la movilidad
De esta manera podríamos generar acuerdos entre la sociedad, el gobierno, y los empresarios; los primeros porque son los que vivimos la ciudad, los segundos porque norman nuestra convivencia, y los terceros porque su negocio depende del buen funcionamiento de la ciudad. Los tres defendemos nuestro interés legitimo, y tal vez encontramos en otros un interés opuesto; por ello la clave es encontrar “el justo medio”, lo que podremos hacer por la ciudad a partir de defender nuestro derecho y aceptar otros; o bien lo que podremos perder juntos. Ahora, lo que a nadie nos conviene es que el plan no salga, por ello hay que buscar el cómo sí, desde los diferentes sectores, escuchando y siendo tolerantes; pero lo mas importante con responsabilidad con el medio ambiente y nuestras futuras generaciones, más allá de nuestros propios intereses. La consulta pública del Programa de Centro de Población se amplió unos días más, actuemos con responsabilidad, transparencia y centrando nuestra real preocupación en las personas y nuestra ciudad. La Nueva Agenda Urbana es un derrotero de hacia donde podremos orientar nuestras acciones para logar prosperidad, el plan es la palanca que permite ir más o menos rápido en la dirección correcta, pero hay otro conjunto de instrumentos que nos ayudan a llegar a nuestro destino, por ejemplo, las leyes que permitirán acelerar o frenar, el combustible financiero y otros más. Terminar el Programa y aprobarlo, solo es la primera parte, después hay que desarrollar otros instrumentos que permitan iniciar nuestro camino.