Vínculo copiado
Las indefinición de conductas derivadas de las normas que nos deberían regir, y su indolente incumplimiento, deriva cuando a los infractores no se les castiga, por el maltrato de la vida social en nuestro País, en impunidad, ello nos tienen confrontados y divididos.
00:35 jueves 16 agosto, 2018
ESPACIO DE REFLEXIÓNEl cariño paternal, el contacto físico, la ternura amorosa hacia todos los seres vivos, la responsabilidad social y la atención especial a los menos privilegiados, todos estos conceptos son tan simples de entender. Entonces, ¿por qué su práctica parece costarnos tanto?
Dalail Lama No sólo nos cuesta mucho ser corresponsables de nuestra vida gregaria, rechazamos todo lo que nos representa responsabilidad común, olvidando a quienes nos necesitan y, por lo mismo, luego se sienten agraviados, buscando culpables ajenos y hechando culpas a otros, de errores que hubiesen sido evitado, si hubiésemos sido socialmente responsables, creando círculos virtuosos en favor de nuestro País. Las indefinición de conductas derivadas de las normas que nos deberían regir, y su indolente incumplimiento, deriva cuando a los infractores no se les castiga, por el maltrato de la vida social en nuestro País, en impunidad, ello nos tienen confrontados y divididos. Lo creciente de nuestros problemas y que, nos hacen corresponsables a todos, nos ahogan y, en la diversidad de opiniones, para realmente componer o, desechar, lo que no queremos, nos lastima y, también, nos dividen. La queja de la corrupción, de la impunidad, ha hecho de nuestro México, un campo de guerra despiadada y, con ello, la pérdida de vidas en forma violenta y a la par, en muchos casos, de tortura, la desaparición forzada, de asaltos cada vez más violentos y despiadados, nos han llevado a formas de vida que no se aguantan y no se desean. Las culpas están presentes en todos lados pero jamás se acepta la corresponsabilidad social, vamos, la unipersonal. Siempre habrá un camino para encontrar un deshacerse de las responsabilidades que nos representen compromiso. Se han iniciado los foros de pacificación en México, uno más o, varios más. Pareciera que se toma en cuanta a la población, pero que, hasta ahora, no ha sucedido así. Aún cuando las opiniones de la población fuesen escuchadas, habría muchas peticiones de justicia, pues en una sociedad que sufre, solo cuando nos toca, nos quejamos, pero que mientras, vemos el dolor ajeno solamente lo vemos pasar. Las nuevas políticas federales, buscarán, pacificar a nuestro País. Las complicaciones, habiendo permitido que la impunidad y, por ello la corrupción, hayan escalado enormemente y, con alta complejidad, nos haría pensar que solo bastaría la voluntad política para resolver nuestros males y, no es así. ¿Como recuperar a jóvenes, mujeres, pocas pero, hombres muchos?, que habiendo arribado al crimen organizado y, a través de ello, a enormes cantidades de bienes materiales, provocando adición a todo el poder y el dinero que les hace creer que son amos, dueños y señores de vidas ajenas, que muy seguramente se negaran a dejar sus lujos, aún a costa de sus vidas, limitadas por la tragedia temprana de morir, pues está siempre presente. Pero en otro aspecto de la vida misma, como repara el daño que se ha ocasionado, no sólo a las víctima quienes han perdido la vida en forma violenta o, a quienes han sobrevivido la tortura y él secuestro, pero igualmente a las familias de las víctimas que han sido infringidas con enorme dolor. La pregunta sigue siendo, ¿cómo pacificar a nuestra República? El ejemplo, desde luego que es importante pero, la opulencia de criminales desde los lugares de elección pública y el despilfarro de los recursos públicos, tienen que terminar, para en su lugar, usar recursos públicos para la gente de México, para quienes lo necesitan de verdad. Así, igualmente el castigo a los criminales, el que sea y de donde sea, abate la impunidad que es donde se arropan los criminales de cualquier índole y nivel. De cualquier manera, arreglar nuestros problemas tomará tiempo, el mismo en el que entendamos que, para recomponernos, necesitamos cambiar desde lo personal, cumpliendo nuestras obligaciones morales, éticas y legales: entonces México se refundara. @jaimechalita