Las elecciones presidenciales de Afganistán se pospondrán tres meses hasta el 20 de julio para que haya más tiempo para organizar la votación, anunciaron las autoridades electorales el domingo confirmando una creciente especulación sobre un retraso. El anuncio se produce tras las fuertes críticas a las caóticas elecciones legislativas de octubre, que tuvieron problemas que fueron desde ataques con bombas en la carretera hasta equipos de verificación biométricos que funcionaban mal, listas de votantes incompletas y grandes demoras en los sitios de votación. El momento de la elección también se ha complicado por las conversaciones en curso entre el enviado especial de Estados Unidos, Zalmay Khalilzad, y los representantes de los talibanes, con el objetivo de iniciar un proceso de paz completo para poner fin a la guerra en Afganistán. La elección estaba originalmente programada para el 20 de abril, pero Gula Jan Abdul Bade Sayad, presidente de la Comisión Electoral Independiente (IEC por sus iniciales en inglés) dijo que los problemas crecientes habían forzado una postergación.

"Abril sería muy difícil debido al duro invierno y al transporte de materiales electorales, seguridad y cuestiones presupuestarias", dijo Sayad en conferencia de prensa en Kabul. "Para prepararnos mejor para la votación, hemos decidido celebrar las elecciones en julio del próximo año", agregó. El presidente Ashraf Ghani había insistido previamente en que las elecciones se realizarían a tiempo, pero Shahhussain Murtazawi, un portavoz del palacio presidencial, dijo que el Gobierno acogía con satisfacción la decisión del IEC. El retraso se suma a la problemática historia de las elecciones en Afganistán. Antes de las elecciones legislativas de octubre, de las cuales aún no se anunciaron los resultados completos, las elecciones presidenciales de 2014 se vieron empañadas por acusaciones de fraude masivo. Las maniobras políticas se han intensificado en Kabul en los últimos meses al acercarse la elección, en la que se espera que el actual Presidente Ghani busque un segundo mandato de cinco años. Entre sus competidores estarían su ex asesor de seguridad nacional Hanif Atmar y el actual presidente ejecutivo del gobierno, Abdullah Abdullah. Según reportes de medios afganos la semana pasada, Khalilzad estaba considerando pedirle al Gobierno que retrasara la elección varios meses y diera prioridad al proceso de paz. Hasta ahora, el Gobierno había sido excluido del proceso por la negativa de los talibanes a hablar con el que consideran un régimen ilegítimo impuesto por el extranjero, una posición que reafirmaron antes de la próxima ronda de conversaciones que se espera que tenga lugar en Arabia Saudita en enero. Los observadores cercanos a los talibanes también dijeron que no tenía mucho sentido hablar con un Gobierno que podría ser reemplazado en abril, aunque no está claro si el cambio de fecha llevará a algún cambio en su postura. -- Reforma