La pandemia de Covid-19 ha golpeado severamente a la industria de los cines en México, pero el cine nacional lo ha resentido aún más. El cierre de los complejos desde marzo pasado provocó una caída en el número de espectadores de películas mexicanas del 77 por ciento en este año con respecto a 2019. Los datos de la crisis que padece la industria de los cines en el país son contundentes. El informe del Balance Anual 2020 de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine) revela que el cine mexicano fue el más golpeado, pues sólo se vendieron 7.5 millones de boletos —el mismo número de visitantes– en las taquillas durante este año, mientras que en 2019 alcanzó su cifra más alta con un total de 33.5 millones de tickets vendidos. También la producción cinematográfica nacional sufrió severamente. La crisis sanitaria provocó una caída del 57 por ciento en el número de películas nacionales estrenadas en este año con respecto a 2019, pues el año pasado se estrenaron 95 filmes y en el actual sólo se distribuyeron 40 largometrajes producidos en México. Así, los ingresos de las taquillas del cine mexicano durante este año fueron de sólo el 11.6 por ciento del total de los ingresos obtenidos en las cadenas de cine del país, mientras que las películas nacionales representaron el 17 por ciento de las producciones estrenadas en México. El 32 por ciento de los largometrajes que se estrenaron este año provinieron de Estados Unidos y el 50 por ciento de otras naciones del mundo. Sobre esta situación, la directora de Canacine, Tábata Vilar, reconoció en ese informe que la crisis sanitaria ha impactado las cadenas de cine del país causando el cierre de 12 complejos, nueve de Cinépolis y tres de Cinemex, y otros más están en riesgo de cerrar sus puertas de forma definitiva. Vilar admitió que pese a la apertura gradual de las salas de cine a partir de junio, cuando comenzó la nueva normalidad, la mayor parte de la gente tenía reservas de visitar los complejos por temor a contagiarse, por lo que alertó sobre la desinformación como factor que ha vulnerado a esta industria. Ahora, con la aplicación de un nuevo confinamiento en el Valle de México, estima una nueva caída en el número de boletos vendidos, aunado a que las principales producciones que se estrenarían este año, se han pospuesto de forma indefinida. Pero no solo la industria de la distribución de películas está sufriendo, también están siendo severamente impactados los productores del cine nacional. La directora del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), María Novaro Peñalosa, en conferencia de prensa el pasado 30 de noviembre reconoció que la pandemia ha golpeado severamente los proyectos de producción cinematográficos del país, pero confió que a partir de 2021 se dé la recuperación paulatina del sector a través del Fomento del Cine Mexicano (Focine) que sustituye a los fideicomisos Foprocine y Fidecine que fueron eliminados por el Congreso de la Unión. Las amargas cifras que reporta la industria del cine en México, en un año completamente atípico, también afectaron el posicionamiento de México en el mundo. El mercado mexicano, un gran consumidor de cine- cayó del cuarto al octavo lugar a nivel mundial entre los países con el mayor número de boletos vendidos. Su caída fue de 81 por ciento, con sólo 66 millones de boletos vendidos en el país, pese a que durante los últimos nueve años había mostrado un crecimiento en cuanto al número de visitantes y ganancias económicas en esta industria. Lo anterior tuvo consecuencias en los ingresos de taquilla. México cayó del noveno al décimo tercer lugar mundial en cuanto a los países con mayor taquilla vendida con una reducción del 80 por ciento en este año. Duras cifras, las de 2020, para el cine en México y en el mundo, que aún no ven el final de esta película de terror.