Sawyer Brown, de cinco años, estaba inconsolable. Su padre Chris Brown le había dicho que James Harden no jugaría más con los Rockets, pues se había marchado a Brooklyn en un canje. Quiero que James Harden esté en el equipo de Texas’’, dijo la niña, con los ojos llenos de lágrimas, en un video difundido por Facebook. Su padre comenzó a mencionar a otros jugadores del equipo a quienes ella podía seguir apoyando. Pero no había caso. La menor meneó la cabeza. “James Harden... Lo quiero”, expresó. Son épocas inciertas y algo deprimentes para los aficionados al deporte en Houston. La caótica salida de Harden constituyó otro titular indeseable. El basquetbolista, nueve veces elegido para el Juego de Estrellas, se unió a lo que parece un éxodo de astros deportivos en la quinta área metropolitana más grande del país. DeAndre Hopkins, el destacado receptor, fue el primero en marcharse. El exentrenador de los Texanos Bill O’Brien lo envió a Arizona, y obtuvo muy poco a cambio. Harden obligó después a que los Rockets lo cedieran en canje en enero. Y George Springer, jardinero estelar de los Astros y el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial de 2017, firmó con los Azulejos aproximadamente una semana después, en lo que constituyó otro golpe, pero no el último: el ala defensiva J.J. Watt pidió marcharse de los Texanos y esta semana se unió a Hopkins en Arizona. Y tras lidiar con todo eso, los fanáticos se preparan para la posibilidad de perder pronto a Deshaun Watson también. El quarterback líder en yardas en 2020 solicitó un canje en medio de la turbulencia que agobia a los Texanos. O’Brien fue despedido después de comenzar la campaña pasada con una foja de 0-4, y Houston acumuló un récord de 4-12, todo un desplome tras coronarse los dos años anteriores en la División Sur de la Conferencia Americana. Watt se marcha como una de las figuras más adoradas en la historia deportiva de Houston. Fue nombrado tres veces el Jugador Defensivo del Año, e hizo tanto dentro del terreno como fuera de éste. Sus iniciativas comunitarias no tuvieron paralelo. Recaudó más de 40 millones de dólares para ayudar a las víctimas del huracán Harvey.     EXCÉLSIOR