Probamos en un largo trayecto un Tesla Model 3; ¿vale la pena el -hasta ahora- auto más accesible de la marca? Los últimos rayos del Sol poco a poco van muriendo a través de las densas nubes que ya han comenzado a liberar diminutas gotas que luchan contra el viento para no deslizarse con violencia sobre el parabrisas. Llevamos más de 800 kilómetros recorridos entre un ir venir de la ciudad de México a Puebla y hemos consumido la energía de dos y media recargas de las baterías, al volante del nuevo Tesla Model 3, en su versión de mayor autonomía (500 km). El objetivo es romper la barrera de los mil y aunque el cansancio ya es evidente, no queremos detenernos. Quizá sea esa adictiva maniobra de presionar el pedal del acelerador a fondo para teletransportarnos de un punto a otro en un abrir y cerrar de ojos, con todo ese torrente de torque que generan los dos motores eléctricos, instalados uno en cada eje, que impulsan al vehículo más pequeño de Tesla y que en conjunto entregan 351 caballos de fuerza y 376 libras-pie de torque, catapultando sus más de 1,800 kilos de peso desde cero y hasta 100 km/h en 4.6 segundos en esta versión. O tal vez sea la mágica sensación de ser el protagonista de una película de ciencia ficción que el habitáculo genera, sobre todo el tablero, minimalista, decorado con una placa de madera y libre de botones, bien iluminado por la luz que se filtra a través del enorme techo de vidrio, en donde tus antagonistas son únicamente el volante y una enorme pantalla táctil a color de 15 pulgadas, más parecida a una tableta electrónica, por donde se manipulan todas las funciones del auto, absolutamente todas. Desde encender las luces exteriores y ajustar los espejos retrovisores hasta activar los limpiaparabrisas, manipular el sistema de infoentretenimiento y el navegador satelital, así como regular la rigidez de la dirección y la entrega de fuerza de los motores. Por donde pasamos o nos detenemos, la carrocería de 4.69 metros de largo, 1.44 de alto y 1.88 de ancho del Model 3, confeccionada en acero y aluminio, se convierte en blanco inminente de las miradas. La gente se arremolina con enormes sonrisas para tomarle fotografías con su teléfono celular, pues su diseño se aleja mucho de lo convencional, con un frontal fluido que ofrece poca resistencia al viento y que carece de parrilla o alguna toma de aire, así como por la caída del techo que se extiende hasta la cajuela. En la autopista, el Model 3 es una burbuja de tranquilidad. Se mueve con suavidad, pues su esquema de suspensión neumática absorbe todas las irregularidades del asfalto. La mayor parte del peso está concentrado en las potentes baterías de 75 kwh, ubicadas en el piso del auto, así que los balanceos de la carrocería son mínimos. El bajo centro de gravedad y el torque instantáneo nos sumergen en un sensación de seguridad tal que nos damos el permiso de enfrentar con rapidez las curvas, apoyados por el control de estabilidad. Cerca de que el odómetro supere los mil kilómetros recorridos, hemos conocido las cualidades del Model 3 y lo estamos disfrutando a lo grande. Aunque la dirección ofrece poca retroalimentación, es fácil detectar cuando las cosas están yendo demasiado lejos, ya que al no haber el ruido de un motor de combustión interna ni nada parecido, pronto notamos cuando los neumáticos empiezan a quejarse. Es momento de activar el piloto automático (Auto Pilot) tan controvertido, así que pulsamos dos veces el botón del control crucero para que el coche tome el control y nos dejamos llevar, parece que estamos en el futuro. Obviamente, es necesario que las líneas de los carriles estén bien pintadas sobre el pavimento para que las cámaras y sensores del vehículo puedan realizar una lectura correcta del entorno, de lo contrario, el sistema no funcionará, además, si detecta que las manos no están cerca del aro del volante, lanza una advertencia al conductor para que lo haga, y si hacemos caso omiso, te sancionará inabilitando A LLENAR LAS PILAS La luz del sol ha muerto en su totalidad y nos damos cuenta de que no hemos hecho caso a la carga restante en las baterías. En el extremo izquierdo de la pantalla del tablero la autonomía marca 150 kilómetros y nos restan menos de 100 para regresar al hotel donde nos hospedamos, ubicado en la zona de Angelópolis, en la capital poblana, que cuenta con tres cargadores Tesla en el estacionamiento subterráneo. No son los supercargadores que en menos de 45 minutos llenan nuevamente de energía eléctrica las baterías del Model 3 en su totalidad, como el que utilizamos en la zona de Polanco, en la Ciudad de México, sin embargo, con esta infraestructura, tampoco debemos esperar tantas horas como nos sucedió al conectar el cargado del coche a una toma doméstica de 110 volts, para que la autonomía apenas se incremente (22 horas para que pase de 70 al 100 por ciento), pues bastan poco menos de seis horas para que el auto esté listo para salir a rodar. Ejecutar esta tarea es sencillo, pues basta presionar la palabra abrir en el gráfico del auto a escala que despliega la pantalla del lado izquierdo, a la altura de la conexión eléctrica, para que la tapa se abra y enchufar el componente del cargador. Acto seguido la pantalla indica el nivel de carga actual y en cuánto tiempo el paquete de baterías estará lleno, es entonces cuando podemos cerrar el coche e irnos a descansar, con sólo acercar una tarjeta plástica que sirve como llave, por un lector ubicado en el poste de la puerta del conductor, que activa los seguros y pone al Tesla a dormir, aunque también se puede hacer a través de una aplicación en un smartphone. Este vehículo nos hizo viajar al futuro por un fin de semana, pero también nos dio cuenta de todo el avance tecnológico que se tiene en materia de autos eléctricos, donde la firma de Elon Musk parece llevar la delantera, pues por menos de 800 mil pesos, un precio atractivo en comparación con sus competidores, puedes tener un automóvil vaguardista. Sin embargo, como sucede en los demás casos, la infraestructura para cargar un coche eléctrico en nuestro país todavía esta lejos de ser suficiente, a pesar de los esfuerzos de Tesla y de otras firmas automotrices para nutrir la red de cargadores, pues para recorrer más de mil kilómetros tuvimos que planificar muy bien la ruta por el temor de quedarnos sin energía, pero al final tuvimos éxito. Las cosas mejorarán con el tiempo, sin lugar a dudas, sobre todo por coches como el Model 3, que son un gran anuncio con cuatro ruedas de la tecnología que está por venir. Equipamiento ASIENTOS: Forrados en piel con ajuste eléctrico, calefacción y memoria; segunda fila abatible VOLANTE: Forrado en piel, multifunción y ajustable ENTRETENIMIENTO: Sistema con pantalla táctil a color de 15 pulgadas, navegador satelital, conexión Bluetooth, puertos USB, internet a bordo, equipo de sonido premium con 14 altavoces, un subwoofer y dos amplificadores MÁS EQUIPO: Aire automático de doble zona, freno de estacionamiento automático, techo de cristal tintado con protección ultravioleta e infrarroja, decoración interior de madera, rines de aleación de 18 pulgadas, espejos retrovisores abatibles con ajuste eléctrico, filtro antipolen, tarjeta inteligente, computadora de viaje Seguridad BOLSAS DE AIRE: Frontales, laterales de cabeza y de rodilla CINTURONES: De tres puntos con pretensionadores FRENOS: De disco regenerativos con ABS MÁS SISTEMAS: Control de tracción y estabilidad, asistente de estacionamiento, mantenimiento de carril, advertencia de cambio involuntario de carril, monitoreo de presión de neumáticos, cámara de reversa, monitoreo de punto ciego, anclajes para sillas infantiles, control crucero adaptativo, luces y limpiaparabrisas automáticos. Motor DELANTERO: Eléctrico de imanes permanentes de 200 hp y 147 kwh TRASERO: Eléctrico de imanes permanentes de 256 hp y 188 kwh POTENCIA TOTAL HP: 351 TORQUE TOTAL LB.-PIE: 376 TRACCIÓN: AWD BATERÍA: De iones de litio de 75 kwh de capacidad   La conductora ideal Nombre: Agustina Tisler. Profesión: Modelo y actriz. Comida favorita: Pizza. Bebida favorita: Agua natural. Pasatiempos: Organizar, producir eventos y viajar. Facebook: Agustina Tisler Twitter:@agustinatisler Instagram: @agustisler Agustina nació en un pueblo llamado María Grande en Entre Ríos, Argentina, donde vivía con sus papás y hermano. La empresa Visage Models la empezó a representar en 2016 tras un scouting en Paraná. Trabajó en Buenos Aires a la par que estudiaba, y en 2018 empezó a viajar por Los Ángeles, China y Hong Kong. En 2019 se mudó a México, llamada por la agencia Skala Models. Dice que México la tiene enamorada por la comida y la gente cálida, y que para un futuro piensa seguir viviendo aquí, teniendo nuevos proyectos de moda y actuación, grabar una serie o película importante. “Me gustan mucho los autos que tengan bonito diseño, que sean elegantes y también los deportivos. Este tipo de vehículos como el Tesla Model 3 me impactan, son impresionantes. “Me enamoró, es como simple, pero a la vez muy moderno. Tiene todas las facilidades para su manejo y confort. El diseño exterior e interior es muy futurista y lo mejor es que no daña el medio ambiente. “Lo que más me gustó del Model 3 fue la rápida aceleración que tiene, en un segundo pasas de ir lento a muy muy velóz. Obvio que lo tendría sin duda alguna, me encantó todo realmente, es un auto de ensueño.” --

Con información y foto : Dinero en Imagen /ATRACIÓN360