La historia de cómo un joven de unos 20 años ha logrado escapar de Corea del Norte saltando una alambrada de 12 pies de altura (algo menos de 3,7 metros) aprovechando las habilidades físicas adquiridas durante su entrenamiento deportivo como gimnasta ha provocado la apertura de una investigación para esclarecer cómo logró hacerlo sin que saltasen las alarmas. El plan de huida de este hombre parece sacado de un guion de ficción. Según los informes citados por Chosun Ilibo y recogidos por el citado diario británico, el joven se encaramó en lo alto de un poste cercano y haciendo uso de su habilidad para saltar alturas considerables logró superar la valla fronteriza llegando a territorio de Corea del Sur. Ocurrió el pasado 2 de noviembre y su historia ha sorprendido a las autoridades por cómo se produjo y por el hecho de que lograse sortear la vigilancia y medidas dispuestas para que se den casos como este. Además de la alambrada levantada entre ambos países, señalan que la frontera entre ambos territorios es un de las más vigiladas y controladas del mundo. Una vez cruzó a otro lado, fue detectado por una patrulla surcoreana gracias a un dispositivo de observación térmica. Al llegar a su altura lo primero que hizo el joven, que vestía ropa civil, fue solicitar asilo político. Durante su interrogatorio explicó que era un exgimnasta y que eso fue determinante a la hora de poder escapar ya que de lo contrario no podría haber saltado tal obstáculo. Un funcionario ha declarado a la agencia de noticias local Yonhap que “investigaremos por qué los sensores no sonaron y nos aseguraremos de que funcionen correctamente”. Explicó que aunque miles de disidentes del régimen de Kim Jong-un huyen cada año del país y se instalan en la vecina Corea del Sur, el camino habitual para su huida suele ser a través de China. Aún así, según cifras oficiales, el número de norcoreanos que abandonan el país ha caído drásticamente en los últimos años (de 2.900 en 2009 a 1.400 en 2016) debido a las medidas de represalias que el régimen toma contra los familiares de quienes escapan. En 2017 la fuga espectacular de Oh Chong-song recorrió el mundo. El exsoldado norcoreano, que entonces contaba con 24 años de edad, fue tiroteado mientras trataba de huir a Corea del Sur. Recibió cinco disparos y sus imágenes intentando llegar y siendo arrastrado por soldados del otro lado de la frontera para ponerlo a salvo dieron la vuelta al mundo. Un año después explicaba en una entrevista que se había cambiado el nombre y que las balas que recibió aquel día salieron de las armas de amigos y conocidos suyos. “Si ellos no disparaban, iban a ser severamente castigados. Si yo estuviera en su posición me hubiera disparado también”, reconocía.

-- Express