Vínculo copiado
A nuestra Rubí le gustaba su quehacer de maestra, trabajaba en una escuela primaria en el Altiplano potosino con alumnos que viven pobreza extrema; apenas cumplió 30 años y tenía una niña de diez.
23:04 lunes 19 febrero, 2018
LABERINTOSA nuestra Rubí le gustaba su quehacer de maestra, trabajaba en una escuela primaria en el Altiplano potosino con alumnos que viven pobreza extrema; apenas cumplió 30 años y tenía una niña de diez. A principios de este año comenzó con fuertes dolores de cabeza, acudió al médico, le hicieron una tomografía o TAC y encontraron que tenía líquido en el cerebro, además de algunos quistes. De Matehuala a la capital potosina llegó en ambulancia con un pase directo para la atención de un neurocirujano, la ingresaron a urgencias hace cuatro semanas; permaneció ahí día y medio entre muchos enfermos, la tuvieron con analgésicos –pese a la información de la tomografía-, le diagnosticaron migraña y la regresaron a su casa; el neurólogo no se molestó en verla, menos un neurocirujano. Se intensificaron los dolores de cabeza y su familia alarmada la llevó con un neurólogo particular que comentó qué, quizá, se trataba de un cisticerco, pero que unos días después, le realizarían un encefalograma. Se agravó en el inter y volvió a la institución donde no había ni camas para hospitalizarla. Comenzaron el ir y venir de diagnósticos, así como cambiaban de turno los diferentes médicos. La travesía médica de esta mujer ha sido una verdadera tragedia, un camino de ineptitudes, de diagnósticos imprecisos que llevaron a Rubí a la muerte. Primero tardaron días en asignarle una cama, problemas de espacio, decían en la Clínica del ISSSTE. Después le dijeron que no se preocupara, que era sinusitis aguda. Ella aullaba del dolor de cabeza, adelgazaba, se demacraba y los doctores seguían sin atinar qué le pasaba. Imaginemos cómo estaba la familia, el esposo; desesperados por la incapacidad médica de ofrecer un diagnostico verídico. El esposo de Rubí acudió a un especialista privado que le ofreciera una explicación; le mostró los estudios; el médico analizó el material, respondió que se observaba una evidente infección en el cerebro y sugirió un posible tratamiento; cuando el esposo se lo planteó a los médicos del ISSSTE, estos ignoraron la interpretación que se les ofrecía. Días después, Rubí ya se encontraba en terapia intensiva, solo entonces consideraron la versión del especialista, pero habían perdido días valiosos. Vino lo peor; primero pidieron a la familia que llevaran un sacerdote para darle los santos oleos; luego les dijeron que podría quedar con, desde una parálisis parcial hasta una total, que se veían "huecos", además de infartos cerebrales múltiples, más tarde les informarían que Rubí tenía muerte cerebral, hasta las condolencias dieron a la familia y a los padres. Y al día siguiente que siempre no. Este lunes 19 de febrero ella falleció. Es increíble que una de las instituciones de salud pública más importantes de este país, haya dejado que se fuera la vida de esta mujer por sus incompetencias y desaciertos, no es solo una mujer, es una familia entera que la vio entrar con vida a la Clínica de ISSSTE. En estas dolorosas historias siempre hay experiencias extrañas, fantásticas. La gemela de ella tocó el cristal y le dijo con ese lenguaje que sólo entre gemelas se entiende: "por favor dame una señal de que estás viva", y Rubí movió su mano la mano. Eso ocurrió el fin de semana, no volverá a pasar, está muerta. El diagnóstico del médico privado fue meningitis en el cerebro, ella presentaba todos los síntomas como fiebres súbitas, dolor de cabeza fuerte, rigidez en el cuello, náuseas o vómitos y si se le hubiera dado un tratamiento temprano, Rubí estaría viva. La meningitis es la inflamación del tejido delgado que rodea el cerebro y la médula espinal, llamada meninge. La meningitis bacteriana, como la que se supone presenta ella es rara, pero puede ser mortal. Los médicos saben que cualquier persona puede contraer meningitis, y puede agravarse muy rápido y que se debe buscar atención médica de inmediato si presenta. Nadie se merece esto; nadie se merece estar en una situación tan dramática, sus familiares ya solo rezan para que descanse en paz. Y tu ¿qué opinas? @Pfloresblavier