Lo que parecía una tranquila noche de billar en un bar terminó en una escena de violencia cuando un hombre en evidente estado de ebriedad intentó propasarse con una mujer y recibió una contundente respuesta, inmediatamente después del acoso.

Las cámaras de seguridad del establecimiento captaron el momento exacto en que el sujeto se acerca de manera invasiva a la mujer, quien sostenía un taco de billar. Según las imágenes, el hombre parece ignorar cualquier límite y, en un intento por sobrepasarse con ella, recibe su merecido.

En cuestión de segundos, la situación escala, otro hombre, testigo del incidente y quien acompañaba a la mujer, interviene y lanza un golpe que deja al acosador en el suelo. La mujer, aún con el taco en las manos, se mantiene alerta mientras otras personas en el lugar se aseguran de que el agresor no se levante.

Un video que incendia las redes

Las imágenes del enfrentamiento no tardaron en viralizarse, generando una avalancha de comentarios en redes sociales. La mayoría de los usuarios aplaudieron la reacción y la rápida intervención de los presentes.

"Excelente. Eso le va a enseñar", escribió @lepetitprincip.

"Si alguien acosa a una mujer y viene conmigo, lo reviento a golpes en ese momento", comentó @8482.

"Bien merecido, así se aprende", señaló @cuchurrumi46421.

Sin embargo, algunos consideraron que la respuesta fue excesiva y que la situación pudo resolverse de otra manera.

"Con una bofetada bien acomodada quedaba bien servido el amigo. Se me hace excesivo", opinó @mejiaeldurako.

"Si no lo mató, lo dejó loco. No sé si era para tanto", agregó otro usuario.

Debate sobre la legítima defensa

El caso ha reavivado la discusión sobre el uso de la violencia en situaciones de acoso y la legítima defensa en espacios públicos. Mientras que algunos argumentan que se actuó con su derecho al defenderse de un agresor, otros plantean que la reacción pudo haber sido desproporcionada.

En un contexto donde los casos de acoso en bares y espacios recreativos siguen siendo una preocupación recurrente, este incidente refuerza la importancia de establecer límites claros y de garantizar espacios seguros para todos.

Por ahora, no se ha confirmado si el agresor presentó alguna denuncia o si las autoridades intervinieron en la pelea. Lo que sí es seguro es que el video ha dejado un mensaje claro: las mujeres están cada vez menos dispuestas a tolerar este tipo de comportamientos y la reacción ante el acoso puede ser inmediata y contundente.

N. de la R. Este caso trae a colación el principio de legítima defensa, reconocido en el Código Penal Federal de México en su artículo 15, fracción IV, el cual establece que una persona no es penalmente responsable si actúa en defensa propia ante una agresión real, actual o inminente, siempre que exista una necesidad racional del medio empleado para repelerla. Sin embargo, la proporcionalidad de la respuesta es un criterio clave para determinar si se configura o no como un exceso en la legítima defensa.

Según datos del INEGI, en la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, el 32.1% de las mujeres han experimentado situaciones de acoso o violencia sexual en espacios públicos. Los bares y centros nocturnos figuran entre los lugares donde más ocurren estos incidentes, lo que ha impulsado la adopción de medidas como protocolos de seguridad en establecimientos y el uso de señalizaciones para pedir ayuda en caso de acoso.

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En el ámbito legal, algunos estados en México han endurecido las sanciones contra el acoso sexual en espacios públicos, tipificándolo como un delito con penas que pueden ir de tres meses a cinco años de prisión, dependiendo de la entidad y la gravedad del caso. Sin embargo, la falta de denuncias formales sigue siendo un obstáculo para que estos casos tengan repercusiones legales. Con información de Excélsior