Este sábado, en Iguala, padres y familiares de los 43 normalistas desaparecidos en esta ciudad hace 11 años marcharon para exigir la presentación con vida de los jóvenes y justicia. El vocero de los padres, Melitón Ortega, respondió a lo dicho por la presidenta Claudia Sheinbaum sobre los actos ocurridos en el Campo Militar No. 1: “No fue un acto de provocación, sino el hartazgo de tanta injusticia y de tanta impunidad en el caso de los 43”, y agregó que seguirán levantando la voz hasta obtener respuestas. Ortega afirmó que es un acto de terrorismo que, a 11 años de los hechos, aún no se sepa quiénes son los responsables de la agresión contra los estudiantes. Reiteró la exigencia al gobierno federal para que agilice la extradición de los implicados que se encuentran fuera de México. La marcha inició en el Periférico Norte poco después de la una de la tarde y se dirigió a la Ciudad Industrial, donde se realizó un primer mitin en memoria de Julio César Mondragón Fontes, normalista que fue torturado, asesinado y desollado del rostro. En ese lugar se colocó una ofrenda floral.

Desde ahí, el contingente, de aproximadamente 1,500 personas, que llegó a bordo de 34 autobuses retenidos por los normalistas, marchó al sitio donde murieron otros dos estudiantes, Julio César Mondragón y Julio César Ramírez, para dejarles ofrendas florales. Durante la marcha, los familiares portaban pendones con las fotografías de los desaparecidos. Mientras tanto, en Chilpancingo, otro grupo de padres de los 43, encabezado por Felipe de la Cruz, realizó un mitin en el monumento a las Banderas. En ese lugar exigieron el esclarecimiento del caso Iguala y la presentación de los responsables. Felipe de la Cruz afirmó que, aunque se estaban realizando protestas por separado, el movimiento es uno solo, ya que el objetivo común de las familias es exigir justicia. Añadió que pronto habrá diálogo para lograr la unidad. Por su parte, los normalistas que se encontraban en Iguala, ya en camino hacia Chilpancingo, tomaron tres camionetas distribuidoras de alimentos y las estrellaron contra las rejas del Palacio de Justicia para ingresar y destruir lo que había en las oficinas. Posteriormente, prendieron fuego a las camionetas que quedaron en la entrada. Al salir de Iguala, algunas personas arrojaron piedras a los camiones de los normalistas. Más tarde, llegaron los bomberos para apagar el fuego. Esta fue la última actividad de las jornadas denominadas Luces y Sombras, organizadas por los padres y familiares de los jóvenes desaparecidos, la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México y diversas organizaciones sociales, para conmemorar los hechos ocurridos hace 11 años en Iguala, los días 26 y 27 de septiembre de 2014.

Con información de Excélsior