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Cerramos un 2021 con muchas incertidumbres
00:04 miércoles 22 diciembre, 2021
ColaboradoresEn este año 2021 hemos atravesado muchas situaciones que se amalgamaron a nuestra convivencia colectiva con la pandemia de COVDI-19, reforzamos nuestros aprendizajes significativos que adquirimos de principios de la pandemia en 2020, y hemos transitado en la búsqueda de una normalidad que permita realizar nuestra vida cotidiana, ya no como antes, porque hay nuevas generaciones que no saben cómo eran las cosas. Cerramos un 2021 con muchas incertidumbres sobre las actividades que deben realizarse en grupos. Las personas más castigadas por la inercia de la pandemia son niñas, niños y adolescentes, las mujeres y las personas adultas mayores, sobre todo de las zonas urbanas. La violencia contra estos grupos aumentó en un 30 por ciento según los datos que arroja el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Aprendimos, sobre todo las personas más jóvenes que el cuidado es fundamental, pero hemos descuido la salud mental y emocional de la población, que seguramente empezará a cobrar sus consecuencias en los meses próximos, y que se ha traducido en deserción escolar, en apatía para llevar actividades grupo, en desinterés para la convivencia. La Organización de Naciones Unidades advirtió a comienzos de la pandemia que una de las secuelas más importantes que se iban a generar eran las dificultades emocionales, psicológicas y psiquiátricas en toda la población. Por ejemplo, se han realizado investigaciones sobre el impacto que tiene el Covid-19 en grupos vulnerables de la población. Y una vez que las personas se han vacunado, se está revisando la asociación de la vacuna con posibles trastornos hormonales en las mujeres. Las investigaciones que realizaron de manera conjunta las empresas farmacéuticas, los gobiernos de los países, los organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud para contar con una vacuna eficiente en el menor tiempo posible con el objetivo de lograr un freno más a los contagios del virus del Sars-Cov2. Poco a poco nos hemos enterado que es importante indagar por parte de los especialistas sobre las secuelas y el impacto que habrán de traer en la calidad de vida de las personas. Se han estado llevando a cabo investigaciones y estudios sobre la ausencia de perspectiva de género en la producción de las vacunas. ¿Esto qué quiere decir? Que al momento de lanzar al mercado la vacuna contra el Covid-19, hubo estudios que se dejaron fuera del espectro por la necesidad urgente de tener una inoculación en la mayor parte de la población. Cuándos hablamos de enfoque de género, o de perspectiva de género para la realización es estudios o de investigaciones, nos referimos a que se aplique la metodología necesaria que también incluya los efectos que pueden tener esas investigaciones científicas en la población femenina de todas las edades. De acuerdo con un estudio publicado en BMJ una prestigiosa revista de investigación médica inglesa, realizado por la profesora Victoria Male,[1] se encontraron alteraciones en el ciclo menstrual de mujeres, en este estudio se realizaron más de 30 mil informes pero aun no es suficiente para identificar que esos cambios sea efectivamente provocados por la aplicación de la vacuna contra el Sars-Cov2 . De tal manera que cerramos un año con muchas nuevas formas de aprendizajes, pero lo, más importante que es que no dejemos fuera a ningún grupo poblacional, menos aún a los que se encuentran en condición de vulnerabilidad.
[1] Monin L, Whettlock EM, Male V. Immune responses in the human female reproductive tract. Immunology. 2020 Jun;160(2):106-115. doi: 10.1111/imm.13136. Epub 2019 Nov 11. PMID: 31630394, enlace recuperado en el siguiente link https://www.bmj.com/content/374/bmj.n2211