En entrevista para “Así las Cosas”, el analista político, Ernesto García Hernández subrayó que la presidenta de México Claudia Sheinbaum tiene la oportunidad de marcar una nueva era en la política mexicana, aunque desde su punto de vista, la sombra de Andrés Manuel López Obrador seguirá presente. En este contexto, dijo que la primera mujer presidenta de México tiene el reto y la oportunidad de construir su propia historia y consolidar su legado en un país que demanda cambio y modernización.

Al hablar sobre la toma protesta de la primera mujer en asumir la presidencia del país, el analista en temas políticos, destacó que este hecho es significativo por el contexto en el que se desarrolla, ya que asume el poder tras 65 presidentes hombres, y 71 años después de que las mujeres en México obtuvieran el derecho al voto, lo que resalta la trascendencia del momento, además comentó que la toma de protesta estuvo cargada de simbolismos que conectan con el legado de López Obrador, pero también señalan un futuro que Sheinbaum deberá construir por su cuenta. Expuso, que Claudia Sheinbaum reafirmó algunos de los principios que López Obrador cimentó durante su mandato, como "primero los pobres" y "no puede haber gobierno rico con pueblo pobre". Sin embargo, también trazó un camino propio con propuestas orientadas a la modernización, como la transición hacia energías limpias y el uso de tecnologías innovadoras como la inteligencia artificial en proyectos de movilidad. Añadió que uno de los momentos más emotivos y simbólicos fue la entrega del bastón de mando de los pueblos originarios en el Zócalo, un gesto que refuerza su conexión con las comunidades indígenas y su compromiso con las raíces culturales del país. Este acto, según García Hernández, consolida su imagen como una líder que busca continuar la cercanía con el pueblo, un rasgo distintivo del partido Morena. A pesar de la continuidad con la Cuarta Transformación, García Hernández apuntó que Sheinbaum tiene el reto de crear su propia narrativa y desligarse, en cierta medida, de la figura de López Obrador, pues si bien es innegable que su presidencia está construida sobre el legado del expresidente, la nueva mandataria debe equilibrar la continuidad del proyecto con una visión renovada y adaptada a las nuevas necesidades del país. Finalmente dijo que la presidenta enfrenta grandes desafíos, tanto a nivel interno como externo ya que el contexto internacional y los acuerdos comerciales, como el T-MEC, serán factores cruciales en su gestión, así como el manejo de crisis internas, como la reciente devastación en Acapulco por fenómenos naturales. En este sentido, -dijo- su reacción ante estos eventos será clave para medir su capacidad de liderazgo en los primeros meses de gobierno.