En las últimas semanas, un video en TikTok se ha vuelto viral: la usuaria Dian Gallegos documentó su decisión de comerse un pastel de chocolate entero y al parecer, según se mostró en la grabación, terminó en urgencias.

La grabación ha generado risas y críticas, pero también una pregunta importante: ¿qué tan real es esto y qué pasaría realmente en tu cuerpo si te comes un pastel completo?

Aunque la escena recuerda a la clásica película de 'Matilda', donde el personaje de Bruce es forzado a devorar un pastel frente a toda la escuela por la malvada directora Agatha Trunchbull, apodada ‘Troncha Toro’, la realidad fisiológica está lejos de ser divertida.

¿Qué ingredientes tiene un pastel?

Un pastel de chocolate clásico puede parecer inofensivo, pero está compuesto por ingredientes que, en grandes cantidades, afectan al organismo. Entre ellos:

·      Harina de trigo: aporta estructura, pero es refinada y de rápida absorción.

·      Azúcar: principal responsable de los picos de glucosa.

·      Cacao o cocoa en polvo: idealmente sin azúcar, aunque muchas versiones industriales usan cocoa alcalinizada o sintética.

·      Huevos, mantequilla o aceite, leche o buttermilk: fuentes de grasa y proteína.

·      Polvo para hornear o bicarbonato de sodio: agentes leudantes.

·      Extracto de vainilla y sal: para potenciar el sabor.

A esto se añaden ingredientes opcionales como chispas de chocolate, cremas, betún o incluso rellenos de frutas o licores. El resultado: una bomba calórica, rica en azúcar, grasas saturadas y carbohidratos simples.

¿Qué pasa si me como un pastel entero?

Según la nutrióloga Aida Arellano, el pastel de chocolate industrializado no tiene los beneficios del cacao puro.

“Los pasteles de chocolate tienen muy poco cacao o ninguno porque la cocoa que en general se utiliza en la industria es sintética, entonces el contenido de un pastel está lejos de ser saludable. Se compone de un alto porcentaje de grasa saturada, harina refinada (que contiene gluten), azúcares y químicos como colorantes y saborizantes artificiales”.

Arellano explica que comer esa cantidad de azúcar genera un estrés importante para el sistema digestivo y hormonal.

El cacao como tal es antioxidante, es antiinflamatorio, pero el que contienen estos pasteles no es cacao de verdad. Muchas veces es saborizante artificial y eso no aporta ningún beneficio nutricional".

 Y advierte: "Cuando consumes ese tipo de alimentos en exceso, lo primero que ocurre es una indigestión severa. El cuerpo no está preparado para procesar de una sola vez esa cantidad de azúcar, grasa y carbohidratos refinados".

Lo que ocurre inmediatamente al comer un pastel

1. Indigestión: el exceso de azúcar, grasa y volumen puede provocar hinchazón, náuseas, acidez y dolor estomacal.

2. Pico de glucosa: se trata de una subida rápida del azúcar en sangre. Esto ocurre porque los carbohidratos simples se absorben muy rápido, lo que obliga al páncreas a liberar grandes cantidades de insulina.

3. Bajón de energía: tras el pico, viene una caída abrupta en los niveles de glucosa, lo que genera cansancio, hambre repentina, ansiedad e irritabilidad.

4. Diarrea o malestar intestinal: común si hay intolerancia a la lactosa, sensibilidad al gluten o si simplemente el cuerpo colapsa por el exceso.

5. Dolores de cabeza: pueden estar relacionados con cambios bruscos en los niveles de azúcar o por componentes como el chocolate negro o el café.

Riesgos a mediano plazo al comer mucha azúcar

Aumento de peso y grasa abdominal

Desajustes hormonales y resistencia a la insulina

Problemas digestivos crónicos

Posible desarrollo de diabetes tipo 2

Cambios de humor, antojos frecuentes y fatiga crónica

El peligro de la hipoglucemia reactiva

Tras el pico de azúcar, el exceso de insulina puede llevar a una bajada brusca conocida como hipoglucemia reactiva. Esta condición produce síntomas como:

·      Mareos

·      Temblores

·      Confusión

·      Nerviosismo

·      Hambre intensa

·      En casos extremos, pérdida de conciencia

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Comerse un pastel entero de chocolate puede parecer una proeza graciosa para redes sociales, pero en la vida real puede derivar en urgencias, especialmente si existen condiciones previas como diabetes, resistencia a la insulina o enfermedades digestivas. Una rebanada está bien, pero un pastel completo es una invitación a un colapso metabólico. El placer también debe tener límites. Y no, no eres Bruce de Matilda.

Con información de Excélsior