El puerto de Manzanillo-San Pedrito es un pilar fundamental para la economía. Casi todo lo que viene de Asia, y todo lo que enviamos al Lejano Oriente, pasa por esta puerta del Pacífico. Hoy es el centro logístico de México, en cuanto a movimiento de contenedores, y ocupa el tercer lugar en Latam. Crece 6 por ciento de manera sostenida, anualmente. Con la construcción del segundo ingreso al recinto portuario, se logró optimizar la movilidad y obviamente la productividad. El flujo vehicular del transporte de carga es un elemento fundamental para cumplir con los tiempos establecidos en los contratos internacionales. Pero Colima crecerá aún más con el proyecto portuario Manzanillo-Cuyutlán. Claro, se está proyectando una infraestructura moderna, como lo exige la norma, y el negocio mismo. Se plantea una capacidad de almacenamiento sin precedente. Albergará dos terminales privadas de petrolíferos, que operará Pemex, para almacenamiento y distribución con capacidad de 3.7 millones de barriles de gasolina y diésel. Esta mega obra permitirá recibir hasta cinco buques petroleros de manera simultánea. Crecerá 100 por ciento la capacidad actual. La primera etapa de la obra contempla también la construcción de dos terminales especializadas en manejo profesional de contenedores con un total de 100 hectáreas y muelles de mil quinientos metros cada uno. Estas terminales podrán albergar hasta tres mega buques simultáneamente, con un volumen de cinco millones de contenedores, consolidando a Manzanillo como un gran jugador del comercio internacional. Se construirá una gran infraestructura aduanera. Aquí el negocio es no perder valiosos minutos que, con la burocracia, muchas veces se transforma en millones de dólares de pérdidas. Este recinto aduanero estará conectado a las vías de ferrocarril (con viaductos elevados), con los estándares de seguridad y protección civil que manejan los más importantes puertos del planeta. Ya se planearon los canales de navegación dragados y dos grandes dársenas de maniobra; y se intentará contaminar lo menos posible, y auto generar su propia energía. Es decir, el primer puerto autosustentable de América Latina. San Pedrito y Cuyutlán harán de Manzanillo un gigante del comercio; se habla de 450 mil millones de pesos de recaudación arancelaria al año. Este puerto se convertirá en el número uno de la región y el 15 del mundo. COLOFÓN:

+Coincidentemente, la semana pasada, colaboré con una gran familia catalana, para iniciar una importante inversión industrial en nuestro país. +Una de las reuniones de negocios, por aquello de la logística, nos llevó con Simón Cohen, de Henco. +Hasta salí con su libro, titulado Pleno. Todos deberíamos leer este texto: él buscando desesperadamente el éxito económico, encontró la felicidad. POR GUSTAVO RENTERÍA

COLABORADOR

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