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Reformas y remesas
19:20 martes 5 agosto, 2025
ColaboradoresCON CALMA QUE NOS AMANECEMOS. La propuesta de reforma electoral anunciada por las autoridades para normar el proceso del 2027 puede que llegue en un momento oportuno, pues el clima político empieza a calentarse antes de tiempo. Regular los tiempos y frenar las campañas anticipadas no debería ser visto como un intento de controlar la participación, sino como una medida para ordenar el proceso y garantizar que todos jueguen bajo las mismas reglas. Aún es pronto para anticipar los efectos de esta reforma, pero al menos en el discurso, se prioriza la estabilidad y la planeación sobre la improvisación electoral.
Sin embargo, cualquier modificación en materia electoral debe estar sujeta a un análisis riguroso, sin prisas ni imposiciones. La consulta con diversos sectores, como pueblos originarios o personas con discapacidad, es un buen primer paso, pero la clave estará en cómo se incorporan realmente sus voces al dictamen final.
Que no se confunda la calma que se busca imponer con pasividad ciudadana: normar los tiempos sí, pero sin cerrar espacios de participación ni alimentar sospechas de ventajas encubiertas. Porque en democracia, el calendario importa, pero más aún, quién y cómo lo escribe.
INVERSIÓN CRECE, REMESAS NO. El estado potosino se promociona como un imán para la inversión nacional y mundial gracias a su estabilidad laboral, paz social y generación continua de empleo. Esta narrativa es refrendada desde la Secretaría General de Gobierno, y respaldada por Sedeco y el Congreso local. Pero mientras se avanza en confianza empresarial, no todo marcha bien.
Paradójicamente, en medio de este supuesto esplendor, las remesas familiares, una de las redes de apoyo más fuertes para miles de familias potosinas, empiezan a mostrar su debilidad. Durante el primer semestre de 2025, se captaron 968.1 millones de dólares. La cifra representa una disminución de 13.2 millones de dólares respecto a 2024, rompiendo así una racha positiva de años con incrementos en remesas.
Se intensifica el contraste al hablar de desarrollo, atracción de capital y paz laboral, mientras que hogares potosinos ven menguar el apoyo que proviene del exterior. ¿No debería este panorama también ser parte de los compromisos institucionales? Las autoridades no pueden cantar victoria mientras un pilar económico se fragiliza.
¿Quién asume el seguimiento del impacto en las familias que dependen de las remesas? No basta con prometer inversión y empleo; también urge abordar de frente medidas para contrarrestar la tendencia a la baja del ingreso familiar que recae en los migrantes.
En un escenario tan contradictorio, el impulso industrial y la seguridad laboral son positivos, pero deben complementarse con políticas sociales que protejan a quienes aún dependen del apoyo desde el extranjero. Sólo entonces la inversión y el bienestar ciudadano caminarán de la mano.