De fracaso en fracaso político y económico el Gobierno Federal sigue dejando los rastros de su gobierno.

 

El día de ayer AMLO y su 4T recibieron el primer -y un durísimo- golpe del año 2023 y que para desgracia “lopezobradorista” es el penúltimo año de su mandato.

Decimos que, para su desgracia, porque solo le restan estos dos años de gobierno y levantar el barco de los golpes y fracasos de estos últimos meses será complicado.

Al contrario, se verá más y más debilitado.

 

Desde mediados del año los tropiezos fueron sonantes:

Las derrotas legislativas, sobre todo con las llamadas reformas energética y política advirtieron el nulo control de fuerzas al interior de las cámaras y el descontento de su forma de hacer negociaciones y pretender cambios legales.

 

Y ayer en la elección de la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de igual manera el golpe fue seco y de lleno.

La pretensión de impulsar a como diera lugar a la ministra Yasmín Esquivel y el consiguiente escándalo de una tesis profesional que apunta a su total plagio por parte de la abogada, fueron gotitas que llenaron el vaso de su desgracia en cierre y arranque de 2022 y 2023.

                                                                                                                                     

El resultado: la citada ministra fue rechazada en las votaciones al interior del máximo tribunal mexicano y el ridículo “lopezobradorista” hizo temblar al sistema político de la 4T.

 

AMLO no lo aceptara.

La arrogancia destruye imperios, derrota a los que la tienen y va cerrando poco a poco sus cinco sentidos.

 

Lo de ayer no es cosa menor.

No pueden imponer voluntades. Ya no.

 

Hasta mañana....