Desde su concepción la Ruta Alterna a a Carretera 57 se vislumbró como una vía de comunicación que fuera uno de los ejes viales rumbo a la zona industrial. Ya ni la Carretera 57 misma, la Diagonal Sur o el Río Santiago, junto a las tradicionales avenidas centrales, dan vida y ritmo a nuestra gran metrópoli. Se han vuelto insuficientes. La propuesta hecha al gobierno federal, todavía desde mediados del sexenio carrerista, y la palabra dada a SLP de parte del presidente López Obrador para apoyar dicha obra, quedaron en el renglón de su incumplimiento. Su trazo inicial marcaba hasta el Eje 140. Y no era casual.

Se trata de una ruta cuyo alcance hasta esa zona del epicentro industrial desfogara el trafico y coadyuvara a mejorar la calidad de vida de la actividad económica potosina y sus artífices. Por eso, el que se hable ahora de que la obra llegue al Eje 122, aminora las expectativas de alivio a la problemática del trafico. Si el Ejecutivo estatal replantea la ruta primaria se corre el riesgo de que esta no sirva y por lo tanto solo se le aplique una aspirina al dolor de cabeza que amerita una cirugía mayor. El titular de la Coparmex potosina, Luis Ortuño, lo señala: seria insuficiente. Si. Sí seria insuficiente.