El Congreso del Estado resulta “prontito” cuando de urgencias convenencieras se trata. 

Y no para beneficio social, como alguna regulación en nuestro marco normativo que pudiera ser prioritaria.

No.

Solo para lo que les conviene. Y tampoco no a todos ni a todas los diputados. A saber, e inclusive tienen relación.

Por una parte, aceleraron su maquinaria legislativa para enlistar, en menos de “lo que canta el gallo”, en la gaceta parlamentaria de la semana pasada, el dictamen para someter a votación el municipalizar la Delegación de Villa de Pozos. ¡Prontitos! ¡Les urgía!. 

La fuerza política en el poder (Verde-Morena y agregados) lo logró. Con la opresión a la borrada oposición, pero lo hicieron.

Previo a ello, llevaron a la plaza publica un plebiscito (ejercicio de votación ciudadana), con el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de organizador, a fin de que la ciudadanía votara a favor o en contra de ello. Ganó el sí. Esto es lo increíble. Que en su urgencia política no midieran que ese punto en el recetario, tal vez, iba a implicar la presencia de una figura estelar en estos procedimientos: el Fiscal Electoral. No hay tal. Y tampoco se ocupo con gravedad en este plebiscito. Pero no existe.

Pieza clave en nuestra vida política y electoral que sigue sin estar en los pendientes urgentes y necesarios de nuestros legisladores. Y sabrá Dios para cuando.  No les interesa, y no que todas y todos sean iguales, pero son mayoría. Como no les interesan otros tantos pendientes rezagados en la mediocridad de su aletargado trabajo. No todas ni todos, pero si la mayoría.

Esperemos que antes de enero que inicia el proceso electoral local lo tengamos. Ojala. Diputadas, diputados, a las y los que les quede el saco: si van a seguir haciendo “numeritos” rapidines y chambones por sus urgencias inmediatistas -que luego autoridades federales les frenan, pero eso es otro tema- y que impliquen plebiscitos -aunque ya los tengan “arreglados”- mínimo, por prevención que los legitime, ya saquen al Fiscal Electoral. Mínimo. Hasta mañana