Cómo cada año en esta época, la mayoría de las personas -y a veces de manera inconsciente- expresan sus deseos y propósitos para el año que sigue, en esta ocasión hablaremos de los deseos que en muchas de las ocasiones son verdaderas peticiones sobre la situación futura de la familia, de la empresa y en algunas veces de las amistades. Nuestros deseos, que van desde tener salud hasta mejorar la posición del trabajo entre otras cosas dependen en gran medida, no de nuestras ganas o disposición, si no de la situación económica por la que se encuentre, nuestro comunidad, nuestro estado… nuestro país, esto es particularmente importante y le expreso mis tres deseos en esta navidad. Primer deseo, la paz del mundo, literalmente hablando y no solo es por la cuestión de las personas directamente involucradas que están sufriendo y que llevan ya casi un año viviendo en las consecuencias de una guerra, también lo digo por nuestro país, las consecuencias económicas han sido fatales también, las altas tasas de inflación en el mundo entero es el vivo ejemplo de ello, la paz en el este de Europa sería el inicio de una nueva era donde la amenaza de una recesión no solo en los Estados Unidos si no en las principales economía del mundo, como la europea o la asiática, solo sea un lapsus económico. Segundo deseo, que la pandemia no vuelva, hemos vivido con ella los últimos 3 años y de cierta manera la hemos sobrellevado últimamente, sin embargo, aún no acaba y parece ser que falta algo de tiempo para erradicarla por completo, por lo que para decirle adiós definitivamente no solo es cuestión de cuidarnos ya que se depende en gran medida de la vacunación a la población entera. Tercer deseo, que la política no sea más importante que la economía, hemos visto a través de los años y más en los últimos, que los sueños de poder de los políticos no se llevan con la economía y hacen hasta lo indecible con tal de mantenerse, mientras que los ciudadanos solo nos convertimos en espectadores de sus peleas y sufrimos las consecuencias de sus actos. En fin, son eso… deseos, que, por cierto, de llevarse a cabo nos pavimentarían en gran medida no solo el año que viene, si no muchos años más. Twitter: @Oliver_Arroyo

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