Tras doce años de servicio en San Luis Potosí, Carlos Abad Altamirano fue despedido con honores en la Estación Central de Bomberos, el hombre que llegó un 25 de abril del 2011 para cumplir su sueño de bombero, hoy fue llorado y homenajeado dentro de un féretro. Carlos Abad Altamirano oriundo de Sonora, falleció el pasado domingo 26 de febrero, luego de atender el incendio de un vehículo en Carretera México a la altura del entronque con Villa de Zaragoza. La estación que durante más de una década albergó anécdotas personales y profesionales, hoy era un sitio de luto, con una fila de bomberos y bomberas esperando la llegada del cuerpo de su compañero. Mientras la sirena sonaba y el momento se tornaba cada vez más triste, llegó un camión de bomberos con varias coronas de flores amarillas, Carlos y sus compañeros llegaron, ellos vestidos para una misión de rescate, Altamirano dentro de un ataúd. Al bajar el cuerpo los bomberos se colocaron en firmes, mientras pasaba el cuerpo de su compañero, pusieron la mano sobre su pecho. Los rostros de los servidores eran diferentes, algunos lloraban, otros parecían incrédulos y otros más tenían cara de angustia. Carlos recorrió la plancha de la estación de manera diferente, no lo hizo de pie, sino acostado sobre el féretro que lo pondría en contacto con la tierra, rodeado de sus familiares, amigos, superiores y compañeros.