Cuando Maribel Villalpando supo que tenía que acudir a la Legislatura del Estado a rendir cuentas de su primer año como secretaria de educación, comenzó el mayor sufrimiento que ha tenido que pasar a lo largo de su vida pública.

Sería, de haber acudido a comparecer, la primera ocasión que enfrentaría, sola, la realidad de un sistema educativo que se encuentra a punto del colapso por todos los pendientes administrativos y políticos que no tienen una solución inmediata.

Así estaba en septiembre y así está ahora que ha pasado un semestre desde entonces. No hay gestión, no tiene idea de la realidad de su dependencia, y la que manda se llama Clara Verónica Delgado, quien se asume como la titular de la institución.

La realidad de Maribel Villalpando Haro es muy triste, no conoce a fondo los programas y los proyectos en los que participa junto a la Secretaría de Educación Pública.

El que las cosas no hayan colapsado hasta el momento se debe en buena medida, a la decisión de enviar como subsecretario de administración a Jorge Escobedo Armengol, quien tiene la experiencia y las tablas, por lo menos para que la SEDUZAC no se hunda.

Baste recordar que la actual secretaria de educación también es una política que se ha caracterizado por las traiciones a sus líderes y en la actualidad, no sería extraño que traicione la confianza del gobernador. No puede decir que no sabe debatir.

Baste recordar que ella fue diputada local por el PRI por el sexto distrito electoral con cabecera en su natal Jalpa en la 56 Legislatura local, cuando el gobernador fue Ricardo Monreal; tiempo en el que renegó del Partido Revolucionario Institucional y se fue a los brazos del gobernador, quien al término de la Legislatura la hizo vocal del Comité de Equidad de Género y Subdirectora de participación ciudadana de la extinta Secretaría de Planeación y Desarrollo Regional (Seplader).

Su jefe y líder moral fue Pedro de León Mojarro, a quien le debe familiarmente el ascenso de su carrera incluido su esposo. El ahora prófugo de la justicia Pedro de León siempre ha estado detrás de los pensamientos políticos de la hoy secretaría de educación.

Maribel Villalpando, en pocos días, será enjuiciada políticamente por no acudir a la Legislatura a rendir cuentas. No puede explicar que no sabe en qué consisten los convenios de colaboración (Pari Passu) de los organismos autónomos con la federación; tampoco hay claridad de cuantas plazas federales y de cuántas estatales se compone el sistema educativo de la entidad.

En la actualidad persisten grupos en el sistema educativo que no tienen maestro asignado; El calendario de la comisión mixta de cambios prevalece en el aire; están a punto de colapsar los subsistemas educativos de educación media superior y superior; no hay claridad en cuanto a los recursos disponibles del Fondo para la Nómina Educativa (FONE) y tampoco de cuánto es el remanente con el que se puede solucionar el problema de financiamiento de la nómina estatal.

De ese tamaño entre muchas otras es el problema de la Secretaría de Educación y de ese tamaño seguramente es el miedo de la secretaria.

En muy pocos días puede ser la primera secretaria de educación que sea enjuiciada políticamente, a menos que renuncie antes. Es la realidad de la secretaria de educación más débil en la historia.