Pato O'Ward quedó a solo seis vueltas de pelear por la victoria de la edición 107 de las 500 Millas de Indianápolis, donde un accidente cuando estaba en los tres primeros lo privó de ello. El ganador fue el coche del equipo Penske de Josef Newgarden.  O’Ward se mantuvo en el grupo de los seis primeros desde el arranque, esto mientras la punta de la competencia era disputada por el holandés Rinus VeeKay y el español Alex Palou, ganador de la pole position. Pero McLaren tenía claro que sus cuatro coches podrían tener un buen ritmo en carrera. Mientras el regiomontano se encontraba en el sexto escaño, Felix Rosenqvist peleaba por los tres primeros mientras el estadounidense Alexander Rossi también estaba en el top 5. Tras el paso de los competidores para su primera parada de pits, los McLaren de Rosenqvist y O’Ward se pusieron en la cima, esto mientras el coche de Palou y VeeKay quedaban por detrás de los contendientes de la casa de Woking. La situación no fue diferente en la segunda y tercera detención donde los dos McLaren salían como los favoritos, esto mientras VeeKay y Palou habían caído en el clasificador luego de haber tenido un accidente entre ambos en el carril de pits. La cuarta parada fue un cambio brusco para el mexicano. O’Ward intentó adelantar su detención respecto a lo que podría hacer su compañero sueco. Al regresar a pista y cuando todo se reacomodaron el regiomontano se encontraba séptimo, una caída de cinco posiciones respecto a cómo ingresó cuando la carrera se acercaba a las últimas 50 vueltas. A partir de ahí fue un trabajo de remontada para O’Ward. Primero adelantó a Ed Carpenter y posteriormente a Ferrucci para regresar al top cinco, esto mientras Marcus Ericsson, el ganador del año pasado, lideraba la prueba. La segunda bandera amarilla de la competencia provocada por el choque del ex Fórmula 1 Romain Grosjean a 50 giros del final abrió la puerta para la quinta detención de O'Ward quien encabezó a un pelotón conformado por Carpenter, Power e Ilott. Ericsson se mantuvo afuera unos giros más seguido por Newgarden, Rosenqvist y Rossi.  Después de ese reinicio el contador aún marcaba 144 vueltas y el ritmo del mexicano había decaído colocándose en la posición 12. Santino Ferrucci se ponía de líder con Ericsson como su más cercano perseguidor.  El mexicano retomó la cima momentanea a 28 vueltas del final, pero con una estrategia que le comprometía a no poder llegar a la bandera de cuadros con la carga de combustible en su coche, obligándolo a una última parada de pits, esto mientras los líderes ya habían cumplido con lo que parecía su última detención. La apuesta de McLaren con el mexicano era una bandera amarilla inmediata para alcanzar la meta sin ingresar a fosos una vez más.  O'Ward fue a los boxes a 19 vueltas del final y McLaren hizo un gran trabajo regresándolo detrás de Ericsson. A partir de ahí el regiomontano adelantó al piloto que le ganó en 2022 esta carrera así como a Rosenqvist para colocarse en cuarto, detrás de Hunter-Reay, Ilott y Canapino, pero todos ellos con menos combustible que el protegido del equipo de Fórmula 1.  La carrera pasó a bandera roja luego de que Rosenqvist y Kyle Kirkwood sufrieron un fuerte choche a 15 vueltas del final. Uno de los neumáticos de Kirkwood fue a las gradas, pero al final cayó en un coche sin dañar al público.  Cuando la carrera reinició a ocho giros del final, O'Ward tomó la cima ante la entrada a pits de los pilotos desfazados e inició una lucha por defenderse de Ericsson, Newgarden y Rossi.  Las ilsuiones del mexicano terminaron a seis vueltas del final cuando entró en un duelo lado a lado contra Ericsson. El sueco no le dejó espacio al regiomontano quien tocó el pasto de la parte interior, con esto perdió adherencia y salió disparado a la parte superior del Indianapolis Motor Speedway para terminar en choque y obligando a una segunda bandera roja. El Penske de Josef Newgarden alcanzaba a tomar el liderato antes de que todo se neutralizara.  Un nuevo reinicio trajo un nuevo caos, y con apenas unos metros de bandera verde Ericsson retomó la cima antes de que una bandera roja llevara a un sprint final de solo una vuelta. Newgarden aprovechó para colocarse detrás del ganador del año pasado y en la parte final del giro al mítico Brickyard atacó para encaminarse a su primera victoria en las 500 Millas de Indianápolis con Ericsson finalizando segundo.  FUENTE: EXCÉLSIOR