Mucho nerviosismo es el que se vive entre los funcionarios de la Secretaría de Educación por la malograda comparecencia, ante los diputados locales, de la titular de la dependencia, Maribel Villalpando Haro, quien ahora si vive una realidad de la que no puede escapar o eludir, habida cuenta que los resultados de su gestión son poco menos que grises.

El escenario montado por diputados de MORENA, afines al grupo en el poder, para evitar la comparecencia, fue para evitar, a como diera lugar que se presentara la secretaria de educación por la evidente incapacidad, mental y física, que ha mostrado en las últimas semanas.

Muchas son las cuestiones que debiera abordar ante los diputados, que a juicio de muchos maestros y trabajadores de la educación, representa la antítesis de una persona moral y académicamente capaz de conducir los destinos de la dependencia que forjar a las nuevas generaciones.

Antes de ser subdelegada de programas sociales en la Secretaría del Bienestar, Maribel Villalpando Haro, con tráfico de influencias, llegó adscrita al Centro de Actualización del Magisterio, con una plaza de las llamadas “homologadas”, pero no tiene ni la formación y menos el perfil para usufructuar una de las plazas mejor remuneradas en el país.

Para ser maestra de tiempo completo y titular “C” en una escuela formadora de maestros, requiere el grado de doctorado y al menos un año en el desempeño de esa plaza. Al no tener las capacidades profesionales y de formación para ser profesora de estudiantes de maestría, fue enviada como bibliotecaria del Centro de Actualización del Magisterio donde la escondieron y evitaron que exhibiera sus debilidades profesionales.

Hoy es la Secretaria de Educación en Zacatecas, y cuentan cercanos, que además de todas esas carencias de las que ya hablamos, también padece una enfermedad que la ha tenido convaleciente en diversos momentos, incluso ha sido llevada a ser hospitalizada.

Ella no responde a los intereses de los maestros y educadores de este Estado, sino responde a intereses de un grupo en el poder que hoy gobierna Zacatecas, y su fin superior no está en los maestros y trabajadores y menos en los estudiantes zacatecanos.

Ella debe responder muchos cuestionamientos y esperamos que lo haga de manera seria y profesional. Zacatecas necesita confianza y merece respeto, y si no está en condiciones de responder al llamado de la Ley, menos está en condiciones de asumir con un criterio de eficacia y responsabilidad el cargo al que fue llamada.

La mentira también es corrupción y Maribel Villalpando no es muy honesta ni con ella ni con el gobernador, menos con los zacatecanos.