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Buscaba dañar al partido y lo logró.
00:04 domingo 26 diciembre, 2021
ColaboradoresEl ex alcalde capitalino, Francisco Xavier Nava Palacios tiene motivos suficientes para sentirse muy preocupado: inhabilitado por 18 años como servidor público y con denuncias penales en su contra en la Fiscalía General del Estado, presagian tiempos de mayores apuros. Quizás nunca llegó a pensar que al concluir el mandato municipal el mundo se le vendría encima de manera tan pronta y dramática. Apenas entregó la administración capitalina y todo se le empezó a derrumbar.
Enrique Francisco Galindo Ceballos dio un parte desastroso de la ciudad y del gobierno municipal; reveló múltiples problemas y serias sospechas en el ejercicio del erario municipal. Nava Palacios gastó decenas de millones de pesos en publicidad para mostrar un gobierno municipal exitoso, pero resultó mero artificio. Lo que se encontró el nuevo gobierno municipal fue una serie de irregularidades que derivaron en la denuncia penal. De la mano de eso, el Congreso del Estado activó una demanda de juicio político contra Nava Palacios y hace una semana resolvió su procedencia: fue sancionado con la inhabilitación por un período de 18 años. Sanción inédita para un alcalde de la ciudad. El legislativo lo sancionó por unanimidad; no hubo una sola voz que salera en su defensa. Lo peor está por venir. El expediente en su contra avanzará con prontitud, de modo que el panorama se oscurecerá aún más para el ex edil y colaboradores. Ambos acontecimientos forman parte de una serie de descalabros que acompañaron a Nava durante el último año. Por estos días, pero del 2020, litigaba en tribunales su derrota en el proceso interno para elegir candidato a gobernador en el PAN. Había perdido con César Octavio Pedroza Gaitán, pero no aceptó la derrota.
Luego de perder en las urnas del blanquiazul, perdió de nueva cuenta en los tribunales. Buscaba dañar al partido y lo logró. Fue echado del partido en el que buscó negociar la candidatura para reelegirse y el PAN le dijo que no. Entonces, buscó refugio en el Movimiento de Regeneración Nacional. En contra de la voluntad del obradorismo capitalino, el presidente nacional de ese partido, Mario Delgado Carrillo le dio la candidatura. Su campaña en la capital fue a contracorriente y una logró superar la animadversión de buena parte de los simpatizantes de la cuarta transformación. Hizo mancuerna con Mónica Liliana Rangel Martínez, una candidata a gobernadora que también era objeto del rechazo de las bases de Morena. Nava nunca asumió los principios de la cuarta transformación, era visto como el enemigo en casa
Y el día de las elecciones se lo hicieron notar. Perdió de manera escandalosa.
Tras la derrota, regresó al ayuntamiento. Le animaba el deseo de quedar bien con Galindo Ceballos. Eso también le falló. Durante el Proceso de Entrega Recepción del ayuntamiento, hubo hallazgos significativos que apuntaban a que las cosas no estaban del todo bien. En ese trayecto, Galindo Ceballos fue endureciendo su postura al principio cordial. Una vez en el gobierno, el priísta tomó la decisión de no abrir la puerta a la impunidad y se presentó la denuncia. Huérfano de apoyo partidista y social, Nava se hizo de la presidencia del Frente Cívico Potosino con el propósito de ayudarse a enfrentar el vendaval.
Eso tampoco le ha funcionado.
Es el ocaso de una figura que hasta hace poco ambicionaba ser gobernador del estado.