El presidente Pedro Castillo reemplazó ayer a la cúpula de la Policía Nacional de Perú (PNP), dos semanas después de que efectivos anticorrupción allanaran, con autorización de un juzgado, la sede de gobierno en búsqueda de la cuñada del mandatario.  Los cambios abarcan la Comandancia General, la jefatura del Estado Mayor General y la Inspectoría General de la PNP. Castillo calificó de "ilegal" el allanamiento, cuando equipos policiales y fiscales buscaron durante varias horas a su cuñada, Yenifer Paredes, acusada por el Ministerio Público de formar parte de una red de corrupción supuestamente liderada por el propio Presidente y su esposa, Lilia Paredes. Ahora el mandatario busca destituir al coronel Harvey Colchado, quien dirigió el operativo, por considerar que "vulneró" la inmunidad presidencial. A través de una resolución suprema, publicada en el diario El Peruano, el jefe de Estado designó al teniente general Raúl Alfaro Alvarado como comandante general de la Policía Nacional, en reemplazo de Luis Vera Llera, nombrado en ese cargo hace tres meses. Asimismo, designó a un nuevo Inspector General de la Policía, a quien su abogado había pedido el jueves que inicie un proceso sancionador contra el coronel Colchado, jefe de equipo especial de la Policía de apoyo a la Fiscalía de la Nación para los casos de corrupción en los círculos de poder. El mandatario también nombró al nuevo jefe de Estado Mayor General de la Policía Nacional, Vicente Álvarez Moreno, tras ascenderlo al grado de teniente general. Ante estos cambios, Abel Gamarra, viceministro de Orden Interno, dijo ayer que las remociones son "naturales porque hubo un cambio de ministro" de Interior.  "No se violó lo que dice la norma" sobre los requisitos para los nombramientos y "no se está atropellando al comando policial", explicó. Por su parte, el abogado de derechos humanos, Carlos Rivera Paz, dijo que a su juicio el Presidente "parece que quiere una Policía que se acomode a sus intereses. Esto es un abuso de poder que puede estar vinculado a la obstaculización de las investigaciones contra Castillo". Esta controversia es la segunda que afronta por sus nombramientos de los mandos de seguridad. En enero debió designar un nuevo Jefe de Gabinete y equipo ministerial, tras una polémica por ascensos en la Policía y las Fuerzas Armadas.