El Índice de Precios al Consumidor (CPI) en Estados Unidos se desaceleró ligeramente en enero y se ubicó en 6.4 por ciento anual, desde el 6.5 por ciento del mes previo, de acuerdo con el Departamento del Trabajo. Con este dato, la inflación estadounidense ligó siete meses desacelerando, tras tocar su máximo reciente de 9.1 por ciento anual en junio del año pasado. Además, el dato de enero fue el menor desde octubre del 2021. A pesar de la desaceleración, el CPI estuvo por encima de 6.2 por ciento anual que pronosticó el mercado y de esta forma los analistas prevén que los incrementos a la tasa de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) continuarán. Respecto a diciembre, el CPI avanzó 0.5 por ciento, desde el 0.1 por ciento de diciembre. El dato estuvo en línea con las expectativas de los analistas.

Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, recordó la fortaleza del mercado laboral estadounidense, que durante enero se crearon 517 mil puestos de trabajo y una disminución a 3.4 por ciento en la tasa de desocupación, indicadores que permiten a la Fed seguir con la política monetaria restrictiva, por lo que una eventual recesión puede ocurrir a finales de este año o inicios del 2024. “Estos indicadores no muestran recesión en el corto plazo, por lo que se espera que la Fed siga subiendo la tasa de interés probablemente hacia 5.5 por ciento este año. Esto implica 3 incrementos más de 25 pb desde el 4.75% de tasa de interés actual”, escribió Siller en su cuenta de Twitter. Del lado de los alimentos se observó una tasa de 10.1 por ciento anual, desde el 10.4 por ciento previo. No obstante, en la energía se vio un incremento a 8.7 por ciento anual, por encima de 7.3 por ciento de diciembre, principalmente por un repunte en los precios de las gasolinas, cuya tasa anual se situó en 1.5 por ciento anual, desde un descenso en el mismo grado al cierre del 2022.

La inflación subyacente, que excluye los precios de alimentos y energéticos por ser más volátiles, avanzó 0.4 por ciento mensual en enero para situarse en 5.6 por ciento anual, desde el 5.7 por ciento del cierre del 2022. Con información de El Financiero.