El ex primer ministro de Tailandia, Thaksin Shinawatra, fue absuelto el viernes de un cargo por difamación a la monarquía, de haber sido declarado culpable podría haberle supuesto una pena de prisión de hasta 15 años.

Al salir de la sala, Thaksin, de 76 años de edad, fue el primero en revelar el veredicto al responder con una sola palabra: absuelto, a las preguntas de los reporteros locales, mientras que, su abogado, Winyat Chatmontree, también confirmó el veredicto de absolución, al igual que el Tribunal Penal de Bangkok en un comunicado.

La ley sobre difamación de la monarquía, un delito conocido como "lesa majestad", se castiga con penas entre tres y 15 años de cárcel, es una de las leyes más severas del mundo, en este ámbito, Tailandia la ha utilizado con frecuencia en contra de los críticos del gobierno.

El grupo de asistencia jurídica llamado, Abogados Tailandeses por los Derechos Humanos, señaló que desde principios de 2020, más de 270 personas, muchas de ellas activistas estudiantiles, han sido acusadas de violar la ley.

En el comunicado, el tribunal señaló que los testigos y las pruebas eran "demasiado débiles" para otorgarle una condena.

El ex primer ministro fue acusado en 2016 por unas declaraciones—en contra del gobierno— que había hecho un año antes a reporteros en Corea del Sur, el caso no avanzó en ese momento porque estaba en el exilio y no se pudo completar los procedimientos legales necesarios.

El tribunal consideró que el relato de la entrevista presentada por la fiscalía estaba incompleto y carecía de contexto, así como que el punto "clave" —con el que se le pudo haber condenado— no se refería al entonces rey, Bhumibol Adulyadej, indicó el comunicado.

También señaló que el tribunal consideró que los testigos en contra del exmandatario podrían haber estado motivados por un sesgo político, ya que habían participado en protestas en su contra, lo que hacía posible que hubieran podido interpretar injustamente sus palabras.

Los opositores de Thaksin, en su mayoría monárquicos acérrimos, lo acusaron de corrupción, abuso de poder y falta de respeto al entonces rey Bhumibol, quien falleció en 2016, él siempre ha afirmado que los casos en su contra tenían motivaciones políticas.

Cuando fue acusado el año pasado, se le concedió la libertad bajo fianza con la condición de que no podía salir de Tailandia a menos que la tuviera autorización del tribunal, además, se le confiscó el pasaporte.

Aunque se ha enfrentado a varios procesos judiciales desde que dejó el poder, no ha ingresado a prisión, cuando en 2006 fue víctima de un golpe militar, estaba en el extranjero.

Regresó brevemente en 2008, pero volvió a exiliarse rápidamente para evitar una posible condena de prisión, en 2023 volvió a Tailandia cuando el partido Pheu Thai —en el que está muy vinculado— llegó al poder.

Fue condenado a ocho años de prisión por cargos relacionados con corrupción y abuso de poder, pero fue trasladado inmediatamente a un hospital por razones médicas.

Después de seis meses en una suite hospitalaria, se le concedió un indulto y la libertad condicional, por lo que quedó libre.

Desde su regreso, ha mantenido un perfil alto, viajando por el país y haciendo apariciones públicas, así como reflexiones políticas que podrían molestar al poderoso sector conservador que estuvo detrás de su derrocamiento en 2006.

Su hija, Paetongtarn Shinawatra, quien se convirtió en primera ministra el año pasado, también enfrenta conflictos legales.

Se le acusa de no gestionar de forma ética la llamada telefónica que mantuvo el 15 de junio con el presidente del Senado de Camboya, Hun Sen, en la que abordaron las tensiones por un territorio reclamado por ambas naciones.

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El Tribunal Constitucional la suspendió de sus funciones el 1 de julio y la próxima semana decidirá si la aparta del cargo por infringir las leyes éticas.

Con información de Latinus