Habitantes de Acámbaro y municipios de la región sur de Guanajuato han lanzado una convocatoria para una manifestación masiva en defensa de la Presa Solís. La movilización, programada para el 2 de enero de 2026 a las 11:00 horas, tiene como objetivo frenar el proyecto del Acueducto Solís-León, al cual consideran una amenaza para la subsistencia de sus comunidades.

La glorieta de la Presa Solís será el punto de reunión para lo que los organizadores califican como una "movilización definitiva". Bajo la consigna "No al Acueducto Solís-León", el movimiento busca proteger el acceso al agua tanto para consumo humano como para las actividades agrícolas que sostienen la economía regional. Desde hace semanas, la tensión ha escalado en municipios como Acámbaro, Jerécuaro, Tarandacuao y Salvatierra. El movimiento, integrado por campesinos, productores, estudiantes y familias, sostiene que el proyecto incluido en el Plan Nacional Hídrico 2024-2030 favorece desproporcionadamente a la ciudad de León, dejando en vulnerabilidad al sur del estado. Los manifestantes señalan cuatro preocupaciones principales:

Desabasto regional: Temen que el traslado de grandes volúmenes de agua afecte el suministro doméstico y los sistemas de riego. Falta de transparencia: Exigen la publicación de estudios técnicos, ambientales y de impacto social que avalen la obra. Injusticia social: Denuncian que el beneficio se concentra en centros urbanos industriales, mientras el sur enfrenta rezagos históricos en infraestructura. Daño ecológico: Advierten sobre posibles afectaciones irreversibles al ecosistema de la zona. Escalada de las protestas y postura oficial

Las movilizaciones previas han incluido marchas pacíficas, el uso de tractores en eventos cívicos y confrontaciones verbales con autoridades y líderes de módulos de riego, a quienes acusan de avalar el proyecto sin consultar a las bases. Incluso la alcaldesa de Acámbaro, Claudia Silva, ha manifestado públicamente su respaldo a la protesta.

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  Por otro lado, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha intentado calmar los ánimos sosteniendo que las protestas derivan de "desinformación" y asegurando que el acueducto no representa un riesgo para el suministro local. Sin embargo, estas declaraciones no han logrado desactivar el movimiento social, que se mantiene firme en su exigencia de cancelar o replantear el proyecto. ---Con información de Agencias