Los funcionarios públicos tienen que “portarse a la altura”, actuar con respeto y cordura, reprochó Tomás Cruz Perales, vocero de la Arquidiócesis en San Luis Potosí, tras algunos actos polémicos de personajes de la administración pública. Luego de que se cesara del cargo a Hermes Sánchez Cano exdirector de Obras Públicas en Tampamolón Corona, luego de que detonara en reiteradas ocasiones un arma AK-45 en festividades de Año Nuevo, el vocero católico declaró que la reprobable acción fue resultado de caer en los excesos: “No sé en qué condiciones estaría este señor para darse esa libertad, aun sabiendo que no debe de hacerlo”. Externó que aunque había gozo y alegría por recibir el Año Nuevo, no había necesidad por sacar un arma para celebrar la llegada del 2023: “Yo creo que si él ya recibió las consecuencias de sus actos, creo que también es un aviso para todos los demás, tener en cuenta la cordura en todos los aspectos y creo que en ese sentido hay que tener cuidado con los excesos que no nos lleven a ese tipo de acciones”. El religioso cuestionó la obtención del artefacto balístico pues declaró que su dirección ni siquiera se relaciona a la seguridad: “No sé en qué condiciones habrá adquirido esta arma, pero si ya se le amonestó y darían cuenta de cómo llegó a sus manos, son armas que sin duda no puede tener ningún ciudadano común”. Asimismo, criticó los señalamientos despectivos por parte del titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) Leonel Serrato Sánchez hacia la magistrada del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de San Luis Potosí, Olga Regina García López. Externó que el respeto no sólo debe de mantenerse hacia quien ostente un cargo público, sino que el respeto debe hacia “cualquier persona: “Todo mundo merece respeto y cualquier persona, funcionario público o servidor dentro de la misma iglesia tenemos esta responsabilidad del respeto por las personas y es algo que no debemos de prescindir en ningún momento”. Recalcó que cualquier funcionario que tenga alguna responsabilidad, debe de tener la prioridad de conducirse con respeto hacia todas las personas, sin importar nivel económico, género, condición, raza o religión: “todos tenemos la responsabilidad de dirigirnos hacia toda persona con sumo respeto”.