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La educación básica es un pilar fundamental para el desarrollo de una sociedad próspera y equitativa...
00:03 viernes 28 julio, 2023
ColaboradoresLa educación básica es un pilar fundamental para el desarrollo de una sociedad próspera y equitativa. En México, como en muchos otros países, la calidad de la educación básica ha sido objeto de debate y preocupación constante. La actual administración gubernamental ha enfrentado diversos retos en el ámbito educativo, y uno de los puntos críticos es la asignación de recursos.
La realidad es que menos de la mitad del gasto educativo se ha destinado a ejes educativos esenciales que son clave para mejorar el aprendizaje, el acceso y la permanencia de los estudiantes en educación básica. Estos ejes son: los libros y materiales educativos, las acciones de equidad e inclusión, la educación socioemocional y las tecnologías de la información.
El acceso a libros y materiales educativos de calidad es esencial para fomentar el aprendizaje significativo en las aulas. Lamentablemente, en México, todavía existen muchas escuelas y comunidades que carecen de recursos adecuados. La falta de libros de texto actualizados y materiales didácticos limita el acceso a la información y reduce las oportunidades de desarrollo intelectual. En este panorama, la disputa de los Libros de Texto Gratuitos por parte de académicos y funcionarios públicos, solo refleja el nivel de la discusión en torno al sector educativo. Como menciona Guevara Niebla recientemente “La educación es un hecho político; sí, pero es una práctica que busca el bienestar de la nación y no sólo satisfacer los intereses de una fuerza política particular.”
En el sentido estricto, no solo resulta fundamental que el gobierno destine una parte significativa del presupuesto educativo a libros y materiales educativos pertinentes y actualizados, sino que en términos de gasto se refleje una estrategia mucho más articulada. Por ejemplo, el que la SEP decidió imprimir 2.4 millones de libros de 272 páginas en exceso, lo cual implicó un gasto adicional injustificable (por lo menos didácticamente).
Asimismo, es importante considerar la diversidad cultural y lingüística de México en la producción de materiales educativos. Es necesario promover la creación de materiales que reflejen la realidad y las experiencias de los estudiantes, respetando sus contextos culturales y lingüísticos. Esto no solo mejorará el aprendizaje, sino que también fomentará un sentido de identidad y pertenencia en los estudiantes.
La equidad y la inclusión son valores fundamentales en una sociedad democrática y justa. En el ámbito educativo, la equidad se refiere a garantizar que todos los estudiantes tengan igualdad de oportunidades para acceder a una educación de calidad, sin importar su origen socioeconómico, género, etnia o discapacidad. La inclusión, por su parte, se trata de crear ambientes educativos donde cada estudiante sea bienvenido y respetado, y donde se atiendan las necesidades particulares de cada uno.
Para mejorar la equidad e inclusión en la educación básica, es necesario implementar políticas y acciones concretas. Más allá de las becas y apoyos económicos universales que han demostrado su ineficacia, necesitamos acciones que focalicen y prioricen grupos en situación de vulnerabilidad y la creación de espacios incluyentes que ofrezcan un ambiente propicio para el desarrollo integral de todos los estudiantes. Asimismo, se deben diseñar estrategias que promuevan la sensibilización y la formación docente en atención a la diversidad, para que cada estudiante sea valorado por sus habilidades y potencialidades.
El bienestar socioemocional de los estudiantes es un factor clave en su desarrollo académico y personal. La educación socioemocional se enfoca en promover habilidades emocionales y sociales, como la empatía, la resiliencia, la autorregulación y la resolución de conflictos. Estas habilidades son fundamentales para que los estudiantes puedan enfrentar los desafíos de la vida, establecer relaciones positivas y tomar decisiones informadas.
Desafortunadamente, a pesar de la evidencia documentada durante y después de las etapas críticas de la pandemia por COVID19, la educación socioemocional sigue relegada como una cuestión secundaria en este currículo educativo. Es crucial que la actual administración gubernamental invierta en el desarrollo de programas integrales de educación socioemocional, que contemplen la formación de docentes en estas áreas y la incorporación de prácticas pedagógicas que promuevan la reflexión y el diálogo entre los estudiantes.
En el siglo XXI, el uso de tecnologías se ha vuelto necesaria en el ámbito educativo ya que ofrecen una gran variedad de herramientas y recursos que pueden enriquecer el aprendizaje y la enseñanza. Sin embargo, es importante señalar que no todas las escuelas y comunidades tienen acceso a estas tecnologías. La brecha digital, como una apabullante realidad, no solo requiere inversión en infraestructura, sino de incentivos específicos para que motiven la capacitación a los docentes y diversifiquen sus posibilidades de interacción.
El papel de los docentes en la educación básica es fundamental. Son ellos quienes tienen el desafío de guiar y acompañar el proceso de aprendizaje de los estudiantes. Por ello, la formación y desarrollo docente son aspectos clave para mejorar la calidad educativa.
La actual administración gubernamental debe priorizar la inversión en programas de formación continua y desarrollo profesional para los docentes. Ante un nuevo panorama curricular, estos programas deben abordar temas como las metodologías pedagógicas innovadoras, el uso de tecnologías educativas, la atención a la diversidad y la educación socioemocional. Además, es esencial promover una cultura de reconocimiento y valoración de la labor docente, para que los maestros se sientan motivados y comprometidos con su labor educativa y que abran una verdadera posibilidad que incentive su mejora continua.
El futuro de México depende en gran medida de la calidad de la educación básica que brindemos a las generaciones presentes. Solo mediante una inversión estratégica y responsable en estos componentes, podremos avanzar progresivamente hacia un aprendizaje de calidad, un acceso equitativo a la educación y la permanencia de los estudiantes en el sistema educativo.
La educación es una herramienta poderosa para transformar vidas y sociedades. Es momento de actuar con determinación y compromiso, para construir un México en el que cada estudiante tenga la oportunidad de alcanzar su máximo potencial. Solo así podremos construir un país más justo, próspero y democrático para las futuras generaciones.
* Profesor / Activista por el Derecho a Aprender en SLP
Director Ejecutivo en Horizontes de Aprendizaje
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