Creyente de que el futbol no tiene fronteras, Gibrán Lajud, nacido en Ciudad de México en 1993, no sólo obtuvo su pasaporte libanés, sino que culminaron los trámites ante la FIFA para cambiar de confederación. De tal modo se ha convertido en jugador elegible para la Selección de futbol de Líbano, pues sus padres son de esa nacionalidad y Lajud piensa que la luz para un Mundial puede venir desde Asia. Líbano nunca ha ido a un Mundial y ahora ha clasificado a la tercera ronda de su eliminatoria. En Asia se juega a dos grupos, los dos primeros sitios tienen pase directo y los dos terceros se eliminan para obtener el pase a la repesca intercontinental. Líbano es dirigida por el checo Ivan Hasek y se ha anclado en el Grupo A en el tercer sitio con cinco puntos por debajo de Irán que tiene 10 y Corea del Sur con ocho, con los que dirime el pase directo. Atrás aparecen los Emiratos Árabes Unidos e Irak con tres puntos y Siria con uno. Al clasificar a la tercera ronda, Líbano determinó echar mano de lo que fuera para conseguir el pase a Qatar y contactaron a Lajud, quien ya había sido convocado por México en un amistoso contra Bosnia por lo que al cambiar de Confederación no le causa impedimento de ser seleccionado libanés. En esta fecha FIFA no podrá asistir ya que acaban de entregarle sus papeles. Líbano jugará contra Irán y los Emiratos Árabes Unidos, pero Hasek lo tomará en cuenta a partir de enero para el importante cotejo ante Corea del Sur. EXCELSIOR