Las llamadas para una investigación independiente aumentaban en Serbia el lunes tras los informes de que las fuerzas de seguridad utilizaron un arma sónica prohibida contra una enorme manifestación pacífica contra la corrupción el fin de semana, a pesar de que las autoridades lo niegan.

Grupos de derechos humanos y funcionarios de la oposición alegan que se utilizó un arma que emite un has dirigido para incapacitar temporalmente a las personas durante la protesta del sábado, a pesar de que está prohibida en Serbia. Dicen que presentarán cargos ante tribunales internacionales y nacionales contra quienes ordenaron el ataque.

El presidente autoritario y prorruso de Serbia, Aleksandar Vucic, volvió a negar el lunes que se hubiera desplegado el dispositivo de control de multitudes, calificándolo de “maldad” destinada a “destruir a Serbia”.

Dijo que pronto invitará al FBI de Estados Unidos y FSB de Rusia a investigar las afirmaciones.

“Es importante para la historia ver cómo mintieron”, señaló, refiriéndose a quienes afirman que se utilizó el arma sónica.

Los funcionarios serbios han admitido indirectamente que la policía añadió hace unos dos años el arma de control de multitudes a su arsenal, pero insisten en que no se utilizó durante la manifestación del sábado.

En su petición en internet, firmada por más de medio millón de personas, el movimiento de oposición Movimiento-Cambio pidió a las Naciones Unidas, al Consejo de Europa, así como a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, una investigación independiente “sobre el uso de un cañón de sonido el 15 de marzo contra manifestantes pacíficos en Belgrado”.

La petición exige que la investigación “incluya los aspectos médicos, legales y técnicos de su impacto en la salud y los derechos humanos”.

El expresidente serbio Boris Tadic también dijo que “pedirá ayuda internacional para determinar la verdad sobre los eventos que causaron graves violaciones de la seguridad pública y pusieron en peligro la salud y la vida de los ciudadanos serbios en la protesta del sábado”.

La manifestación del fin de semana fue el punto álgido de un movimiento nacional contra la corrupción que estalló después de que un toldo de concreto colapsó en una estación de tren en el norte de Serbia en noviembre, matando a 15 personas.

Las manifestaciones casi diarias que comenzaron en respuesta a la tragedia han sacudido el firme control de Vucic sobre el poder, tras una década. Muchos atribuyen el accidente a la corrupción gubernamental desenfrenada, la negligencia y el desprecio por las normas de seguridad en la construcción, y exigen que paguen los responsables.

Imágenes de la manifestación muestran a personas de pie durante 15 minutos de silencio por el desastre de la estación de tren, cuando de pronto escuchan un sonido ensordecedor que desencadenó inmediatamente pánico y una breve estampida.

Un fotógrafo de The Associated Press en el lugar dijo que las personas comenzaron a buscar refugio, dejando el centro de la calle casi vacío mientras empezaban a caer unas sobre otras.

Los expuestos al arma experimentan un dolor agudo en los oídos, desorientación y pánico, dicen expertos militares. La exposición prolongada puede causar rupturas del tímpano y daños auditivos irreversibles.

Algunos expertos en seguridad han alegado que durante la protesta se utilizó un Dispositivo Acústico de Largo Alcance (LRAD) fabricado en Estados Unidos, una herramienta especializada que emite sonido capaz de entregar ondas sonoras de alta frecuencia a grandes distancias. Sus afirmaciones no pueden ser verificadas de manera independiente.

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Vucic, quien dice que las protestas lideradas por estudiantes universitarios son parte de un plan occidental para derrocarlo, ha advertido que todos aquellos que difundan desinformación serán responsabilizados ante los tribunales.

Con información de Latinus