El reciente Grito de Independencia encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum estuvo cargado de simbolismos históricos y feministas; sin embargo, “ese grito poderoso no puede sustituir a las políticas públicas que urgen en favor de las mujeres”, advirtió Idalia González de León, activista y secretaria general del Comité Directivo Municipal del PAN en Puerto Vallarta. En entrevista para ”Así las Cosas”, Idalia González de León reconoció que el hecho de que, por primera vez, una mujer presidiera esta ceremonia genera orgullo y esperanza, sobre todo cuando se recordaba que apenas hace 63 años las mexicanas pudieron ejercer el voto. “Sí nos enchinó la piel verla en Palacio Nacional, vestida de morado, con una escolta femenina y recordando a las heroínas de México con sus nombres completos. Fue un momento histórico”, expresó. No obstante, señaló que más allá del simbolismo, falta congruencia en las acciones del gobierno federal. “No basta con el vestido morado, con ondear el pañuelo verde o con discursos feministas. Lo que hace falta es que se acompañen de políticas públicas reales, con presupuestos y con justicia para las mujeres que siguen siendo víctimas de violencia, de pobreza y de exclusión”, apuntó. La dirigente panista recordó que en México se registran al menos 11 feminicidios al día, y que solo el 12% de las mujeres que sufren algún tipo de violencia se atreven a denunciar. A esto se suman los recortes a programas como estancias infantiles, escuelas de tiempo completo, refugios para mujeres y atención a la salud. “Tenemos un gobierno que dice estar del lado de las mujeres, pero que eliminó apoyos fundamentales y que no ha fortalecido las fiscalías ni los refugios. Las madres buscadoras siguen sin ser escuchadas y al menos ocho han sido asesinadas en lo que va del año. Eso no puede llamarse justicia”, subrayó. González de León también criticó el alto costo de los festejos patrios. “Ojalá esos recursos se tradujeran en quimioterapias, en medicamentos, en luminarias, en programas para emprendedoras o en seguridad. Eso sí sería un verdadero grito de independencia para las mujeres y para las familias mexicanas”, afirmó. Finalmente, llamó a que el discurso de la presidenta se transforme en acciones concretas: “El simbolismo emociona, pero no cambia realidades. México necesita un compromiso auténtico con la igualdad, la seguridad y las oportunidades para las mujeres. Esa es la deuda pendiente”.