En un corto tiempo, Guido Pizarro ha enseñado que tiene argumentos suficientes para ser un buen entrenador. Apareció en Tigres de manera emergente este año cuando a mitad del torneo Clausura corrieron a Veljko Paunovic para darle la responsabilidad. En menos de seis meses ha hecho jugar bien a Tigres, gestionando con tiento y paciencia a un grupo de jugadores veteranos con líderes que ahora le siguen con confianza. Uno de ellos, el símbolo André-Pierre Gignac incluso, en su última etapa, ha visto madurar su forma de juego y emprender el camino sin egoismo del retiro, apoyando sobre todo al equipo. No es titular indiscutible ni tampoco se queja, y eso que Pizarro es uno de sus mejores amigos en el plantel. André-Pierre Gignac se ha recuperado bien de la lesión y tiene unas características específicas que pueden ayudar al equipo, a veces juega y otras no, pero siempre pensamos en lo colectivo, pero más allá de eso el peso que tiene en el vestidor es muy importante".  "Cuando decido que las características de Gignac no pueden ayudar va a jugra, cuando están mejor otros, tendrá que ir a la banca, pero siempre pensando en los compañeros. Además, la carga emocional que tiene entre los jóvenes nos ayuda mucho". TRANQUILO EN SU PRIMERA FINAL En su primer torneo administrando a Tigres desde el inicio, Guido Pizarro los ha llevado a la final, misma que jugarán ante Toluca, actual campeón. El técnico argentino, entre su inexperiencia en el banquillo y novatez, no se amilana y asegura que vive muy tranquilo el previo a jugar el par de partidos definitivos del torneo. Tranquilo, sinceramente, hasta el día de hoy, pero muy confiado en lo que ha hecho el equipo para poder estar acá, confiado en lo que haremos en nuestro campo con nuestra gente, pero con tranquilidad, hemos trabajado para estar acá, queda el último paso e iremos en busca de eso". FUENTE EXCÉLSIOR