“El año que inicia implica lo novedoso, y de manera cultural estamos acostumbrados cada primero de enero planear los nuevos hábitos de vida, cambios, viajes, ejercicio, dieta; el principal problema es que si lo iniciamos de golpe no se podrán cumplir”, aseguró en entrevista el psicólogo de la UASLP, Alejandro Valladares González.

Señaló que, de todos estos hábitos, el principal es iniciar a entrenar, a crear hábitos de vida y hasta que se logren llegarán a convertirse en una excelente oportunidad de una conducta de vida verdadero.

Acerca de qué tanto afecta el panorama de la pandemia, el hecho de haber perdido un familiar, en este contexto del año nuevo, el catedrático de la Facultad de Psicología de la UASLP, manifestó que todos estos aspectos, se reflejan en un primer impacto en los hábitos de vida.

“Muchos se desmoronaron y ha sido difícil retomarlo. El nuevo año es una excelente oportunidad para ver de estos hábitos cuales se pueden retomar y volver a practicar, y de los nuevos los que se necesiten de acuerdo a esta circunstancia”.

Valladares González comentó que no solo está en decidir cuáles hábitos emprender, más bien que el primero de enero inicia la construcción de la conducta y no como tal la disciplina para eso se necesita tiempo, recaídas, intentar, y esto puede llevar años.

Agregó como favorable contemplar los propósitos de año nuevo en cada hábito, “pero más importante es asegurarnos de acuerdo a nuestras características, a nuestras realidades, posibilidades, qué sí y qué no podemos para que esto sea más estable y duradero”.