El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, encendió alertas a nivel internacional y abrió un nuevo frente de incertidumbre geopolítica, luego de sugerir que fuerzas estadounidenses podrían haber realizado su primer ataque terrestre contra instalaciones del narcotráfico en Venezuela, en el marco de la creciente presión de Washington contra el gobierno de Nicolás Maduro.

Durante una entrevista transmitida el viernes por la emisora WABC de Nueva York, Trump afirmó que Estados Unidos destruyó una “gran instalación” vinculada al narcotráfico, sin precisar su ubicación exacta. El mandatario hizo la declaración mientras abordaba su estrategia contra el régimen venezolano, al que acusa de operar redes criminales transnacionales.

Tienen una gran planta o una gran instalación desde donde envían, ya saben, de donde salen los barcos. Hace dos noches la hicimos volar por los aires. Así que los golpeamos muy duro”, declaró Trump al conductor John Catsimatidis, empresario multimillonario y simpatizante del presidente.

Las palabras del mandatario generaron interrogantes inmediatas entre analistas de seguridad y diplomáticos, ya que Trump no aclaró si el ataque ocurrió en territorio venezolano, ni si se trató de una operación aérea, naval o terrestre, alimentando versiones sobre una posible escalada militar directa contra presuntos cárteles de la droga en América Latina.

Silencio oficial y dudas sobre el alcance del ataque

Consultado por la AFP, el Pentágono remitió las preguntas a la Casa Blanca, que hasta el momento no ha emitido ningún posicionamiento oficial sobre las declaraciones del presidente. Tampoco se ha pronunciado el gobierno de Venezuela, lo que incrementa la especulación sobre la veracidad y el alcance de la supuesta operación.

Desde septiembre, Estados Unidos ha intensificado operaciones antidrogas en el mar Caribe y el océano Pacífico oriental, dirigidas principalmente contra embarcaciones de narcotraficantes, acciones que, según reportes oficiales, han dejado más de un centenar de personas muertas. Sin embargo, no se había confirmado hasta ahora ningún ataque terrestre en territorio venezolano.

Presión creciente contra el gobierno de Maduro

Las declaraciones de Trump se producen en un contexto de endurecimiento de la política exterior estadounidense hacia Caracas. En semanas recientes, Washington impuso un bloqueo naval frente a las costas de Venezuela y decomisó dos buques petroleros presuntamente sometidos a sanciones internacionales.

El presidente estadounidense ha reiterado que “pronto” comenzarán ataques terrestres contra cárteles de la droga en América Latina, aunque hasta ahora ninguna operación de ese tipo ha sido confirmada oficialmente.

Por su parte, Nicolás Maduro ha acusado a Estados Unidos de buscar su derrocamiento para apoderarse de los recursos naturales de Venezuela, particularmente el petróleo, y ha denunciado lo que considera una estrategia de agresión y desestabilización regional.

Escenario de alta tensión regional

La falta de confirmación oficial, sumada a la gravedad de las declaraciones, mantiene en vilo a la comunidad internacional, que observa con atención la posibilidad de un cambio radical en la estrategia militar de Estados Unidos en la región. Analistas advierten que, de confirmarse un ataque terrestre en Venezuela, el hecho marcaría un punto de inflexión en la relación bilateral y podría incrementar la tensión en América Latina.

Mientras tanto, las declaraciones de Trump continúan generando debate sobre los límites de la lucha antidrogas, la soberanía de los Estados y el riesgo de una escalada militar con consecuencias imprevisibles.

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Con información de Excélsior