Si incrementa la mano de obra en un 25 por ciento para el 2024, la industria de la construcción no lo va a soportar, ya que sus márgenes serán todavía más reducidos, señaló Juan Manuel Pérez Herrera presidente local de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC). La mano de obra en la edificación impacta el precio de la obra en el orden del 30 por ciento: “Si multiplicamos, daría un siete por ciento directo de incremento en cualquier costo de construcción tipo de edificación. Más allá de que incrementen los materiales, la principal preocupación para el sector de la construcción es el aumento al salario mínimo, pues eso reduciría considerablemente el margen de ganancia de las obras para los constructores. Pérez Herrera dijo que el concreto ha incrementado el ocho por ciento, mientras que el precio del acero se encuentra estable a comparación de los tiempos de pandemia: “El incremento no es tan galopante como lo tuvimos en los tiempos de pandemia”.