Con la muerte de Isabel II, soberana del Reino Unido, algunos vallartenses han recordado que la mujer que gobernó una buena parte del mundo durante la segunda mitad del siglo XX y los primeros 22 años del XXI visitó Puerto Vallarta los días 20 y 21 de febrero de 1983. Lo anterior según lo que ha escrito el periodista vallartense Miguel González Guerra, quien le tocó documentar la llegada de la soberana, quien arribó vía marítima en el Buque Britannia, el cual fue fondeado frente a la Bahía de Banderas. Según el periodista, en aquella ocasión, en las calles de la ciudad se colgaron pendones de bienvenida, con la fotografía de su majestad y su esposo el príncipe Felipe de Edimburgo. Su llegada fue todo un acontecimiento, pues es la principal figura política de los cincuenta y cuatro países miembros de la Mancomunidad de Naciones, cabeza de la iglesia anglicana, heredera del que alguna vez fue el imperio que dominó los mares del mundo. En aquel entonces la reina fue recibida por el entonces gobernador Flavio Romero de Velasco, en compañía del alcalde vallartense Jorge Lepe y el canciller Bernardo Sepúlveda, la llevaron a conocer el asilo de ancianos en El Coapinole, atravesando el entonces pequeño Pitillal. En la Presidencia Municipal, en sesión solemne el alcalde Jorge Lepe, le entregó las llaves de la ciudad y la declaró “huésped distinguido”, donde cerca de ella estuvo el entonces regidor Rafael Yerena y la vicepresidenta municipal, Isabel Pérez Famoso de Gómez, quien recuerda hoy ese acontecimiento: La Reina Isabel salió al palco para saludar a los vallartenses congregados en la Plaza de Armas. Después acudió a una tradicional kermés organizada en su honor por el ayuntamiento en la misma plaza frente al malecón, donde tomó cerveza. En Britannia, el yate real, donde ofreció una cena al alcalde, autoridades federales, estatales e invitaron a una pareja de vallartenses, el empresario Salvador Solorzano y su esposa Ofelia Vargas. Quienes estuvieron cerca de la reina, cuentan que le encantó Puerto Vallarta, sobre todo el clima tan benévolo y hasta afirman que expresó que el paisaje no tenía igual entre lo que ya conocía de México.  Además de Puerto Vallarta, en aquella ocasión, la monarca inglesa visitó las ciudades de Acapulco, Guerrero, Lázaro Cárdenas, Michoacán y La Paz Baja, Baja California Sur.