En toda historia siempre hay héroes y villanos. Pero en el eterno conflicto entre Israel y Palestina, hay una marcada polarización entre quién es el bueno y quién es el malo a los ojos de la opinión pública internacional. Y los que vemos esta pelea desde la barrera tenemos pocos elementos para discernir de qué es verdad y qué es mentira porque ambos bandos cuentan su versión, y ambas casi siempre son diametralmente opuestas.

¿Qué sí sabemos? Que hay violaciones al derecho internacional humanitario por parte de ambos frentes. Hamás es un grupo terrorista que ha cobrado la vida de civiles inocentes. Pero el Estado de Israel está llevado a cabo una represalia desmedida que ha generado una crisis humanitaria descomunal en la franja de Gaza, y que también ha causado muertes de ciudadanos que no la deben ni la temen.

¿Hasta qué punto se puede permitir que Israel lleve a cabo operaciones por defender su seguridad? ¿Y hasta qué punto el pueblo palestino debe extender su lucha por la creación de un Estado? Ambos tienen derecho a proteger sus intereses, pero ninguno tiene el derecho a actuar en contra de personas desarmadas, niños, o gente herida.

Y aquí entra una particularidad: la cobertura mediática, porque a los que estamos del otro lado del charco, nos queda medio lejos el saber que está pasando realmente. Y evidentemente el enfoque de la prensa internacional tiene tintes político-ideológicos. Los medios pro-Estado Unidos, tienen un sesgo hacia la versión israelí, y existen medios más antiyanquis que seguramente adoptan la versión gazatí.

Adicionalmente, está la postura de los organismos internacionales, que en principio debería ser de corte neutral, pero ante las atrocidades que se han visto, hasta el Secretario General de la ONU, ha decidido entrar al ruedo sesgándose hacia el lado palestino, lo cual tiene muy molesto a Israel.

Con toda esta maraña de posturas, viene una dimensión adicional: las calles porque ahí es donde se demuestra la fuerza de un movimiento. Por eso, las protestas no se han hecho esperar. Miles de personas han marchado en defensa de Palestina o también mostrando su apoyo a Israel; y lo curioso es que mucha gente no tiene idea realmente de lo que ocurre en el Medio Oriente. Simplemente, tienen la visión que les muestra la prensa que consume, que como ya expliqué también tiene sesgos.

No, el conflicto Israel-Palestina-Hamás no tiene una salida fácil, pero tampoco la tiene esta guerra de opinión en torno a él, porque ya existen muchos prejuicios entre las sociedades. Este es sin duda uno de esos casos donde la postverdad personal pesa más que la realidad.

Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter @navarroisrael