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Kate Middleton admitió que su esposo solía considerar esta práctica como una auténtica locura
17:30 martes 2 diciembre, 2025
Espectáculos
Desde que anunció en marzo de 2024 que estaba recibiendo tratamiento contra el cáncer, Kate Middleton ha mantenido un perfil bajo en la vida pública, pero sus hábitos de salud han generado creciente interés y preocupación. Uno de ellos, los baños de agua fría, se ha convertido no solo en parte central de su tratamiento personal, sino también en una práctica que ahora comparte con el príncipe William.
La Princesa de Gales había revelado previamente en el podcast The Good, The Bad and The Rugby que el agua gélida forma parte de su rutina desde hace tiempo. “Cuanto más frío, mejor”, afirmó entonces, destacando los beneficios que, según ella, aportan estas inmersiones a su bienestar físico y emocional.
En aquel momento, Kate Middleton admitió que su esposo solía considerar esta práctica como una auténtica locura, sobre todo cuando ella la realizaba en condiciones climáticas adversas. “Nadar en agua fría, a oscuras o bajo la lluvia… él pensaba que estaba loca”, relató.
Sin embargo, con el paso del tiempo la postura del príncipe William ha cambiado.
Príncipe William se une al hábito “extremista”
Durante una reciente visita a Colwyn Bay, la princesa de Gales, el propio William sorprendió al público al revelar que ha comenzado a acompañar a su esposa en este ritual helado. “Te sientes genial después”, afirmó, añadiendo con una sonrisa: “Me encanta… aunque grito mucho cuando entro”.
Una fuente del palacio citada por RadarOnline aseguró que este paso representa más que un simple intento de compartir actividades con su esposa:
Guillermo ha comprendido que el régimen de Kate Middleton no se trata solo de superar los límites. Ella cree sinceramente que la inyección de frío ayuda al cuerpo a gestionar el estrés tanto mental como físico, y él quería formar parte de algo que la apoyara claramente.
El testimonio de personas que estuvieron presentes en su visita confirma que William está sorprendido por los efectos del nado en agua fría.
Comentó que había empezado a intentarlo y se sorprendió de lo vigorizante que era, señaló un testigo.
Otro añadió: “Bromeó diciendo que todavía grita mientras se mete al agua, pero también dijo que las secuelas fueron notables”.
La imagen del futuro rey de Inglaterra gritando al contacto con las heladas temperaturas ha generado reacciones entre simpatizantes y críticos. Algunos ven en este gesto un acto de apoyo incondicional; otros, un motivo de alarma.
Preocupación por una rutina que podría ser extrema
Aunque los baños de agua fría son una práctica que ha ganado popularidad en los últimos años, particularmente entre quienes buscan aumentar su energía o mejorar su sistema inmune, no dejan de ser una actividad que requiere supervisión y restricciones médicas, especialmente para personas en tratamiento oncológico.
Para Kate Middleton, sin embargo, esta rutina parece funcionar como un mecanismo de control emocional y físico. Desde su diagnóstico, la Princesa de Gales ha reforzado su enfoque en métodos que ella considera beneficiosos para su cuerpo durante las exigencias del tratamiento, incluyendo terapias, ejercicios de bajo impacto y prácticas que fomenten la fortaleza mental.
Este nuevo detalle sobre su rutina ha despertado inquietud en sectores de la prensa internacional que temen que la búsqueda de bienestar pueda estar llevándola a límites innecesarios. Aunque el Palacio de Kensington no ha emitido comunicados oficiales sobre estas prácticas, las declaraciones públicas de la pareja permiten entrever que los baños de agua fría se han convertido en un pilar emocional dentro de este periodo tan complejo.
Kate Middleton y su diagnóstico de cáncer
En marzo de 2024, Kate Middleton anunció al mundo que había sido diagnosticada con un tipo de cáncer no especificado, por el cual inició un tratamiento que la obligó a retirarse de la vida pública durante varios meses. Su ausencia dio pie a especulaciones, rumores y una preocupación generalizada que solo se apaciguó cuando la Princesa comunicó su situación y pidió privacidad y comprensión.
Desde entonces, ha sido extremadamente cuidadosa con sus apariciones. Sus actividades oficiales han sido limitadas y, aunque ha retomado algunas en momentos puntuales, la mayor parte del tiempo ha permanecido enfocada en su recuperación.
En este contexto, la rutina extrema del baño de agua fría surge como una práctica que, para ella, tiene un sentido más profundo no solo busca sus beneficios físicos, sino también recuperar sensaciones de control y fortaleza frente al proceso de enfermedad.
Un nuevo capítulo para Kate Middleton
Tanto para Kate como para William, este periodo ha representado un desafío personal y familiar. La manera en la que han decidido enfrentarlo es un reflejo de su unión y de la resiliencia que ambos han demostrado en momentos de crisis.
Por ahora, los baños de agua fría siguen siendo uno de los puntos más comentados en torno a la salud de la Princesa de Gales. Mientras algunos aplauden su determinación y mentalidad de fortaleza, otros consideran que se trata de un ritual excesivo, especialmente en medio de un tratamiento médico tan delicado.
Lo cierto es que Kate Middleton continúa marcando pauta, incluso en su faceta más íntima. Y con William ahora a su lado en esta rutina “extremista”, la pareja envía un mensaje claro: en medio de la adversidad, siguen caminando juntos, incluso si es hacia aguas heladas.
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Con información de Excélsior