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El Estado carece de la inteligencia operativa para enfrentar el problema
06:02 miércoles 7 diciembre, 2022
ColaboradoresAhora que aparece en la escena una nueva ofensiva de uno de los cárteles de la delincuencia que se disputa el territorio estatal, parece que nos adentramos en una disputa encarnizada que además provoca que la gente siga con terror y miedo el día a día en su centro de trabajo, en su escuela, en su casa, en general en todos aquellos espacios en los que cotidianamente suele hacer su vida. Aparece en la escena una nueva ofensiva que parece, buscan el control absoluto del estado y las vías de comunicación que implican también el trasiego y comercialización de sus productos. Cuando escuchamos a las autoridades de seguridad pública señalar que el cártel de Sinaloa intento la evasión de reos del penal de Cieneguillas esperamos una mejor explicación de la ausencia de actuación de las fuerzas policías de la federación y del propio estado, sin embargo, las autoridades no dan explicaciones para no “alarmar a la población civil”, que solo ven en los actos de terror, como del fin de semana anterior, hechos que verdaderamente aumentan la desesperanza y la desconfianza. Es cierto que tampoco dan una explicación para no poner en entredicho el discurso de triunfalismo existe “éxito” en la estrategia implementada y donde se observa una presunta disminución de los hechos violentos. Puede ser tengan razón, sin embargo, los acontecimientos de alto impacto y de terror presentados el domingo, dan una resultado diferente. Tampoco dan una explicación creíble a la sociedad, porque existen auténticas y verdaderas fallas en los aparatos de inteligencia de las fuerzas estatales y federales, ya que la gran mayoría de ocasiones nos dan información, porque en la realidad desconocen los hechos, porque sólo acuden una vez que han ocurrido los hechos. Por eso la actuación del Estado muchas veces solo se limita a ser reactivo y en muy contadas ocasiones a adelantar acontecimientos porque no tienen los aparatos de inteligencia necesarios para saber lo que ocurre en el campo de batalla. La conducción mediática de los acontecimientos la tiene la delincuencia, muy por delante del propio Estado Mexicano, porque suponiendo sin conceder, que en efecto, los bloqueos, incendios y desastres provocados el domingo por la noche, se debieron a la rápida acción de las fuerzas policiales para evitar la fuga del cereso, lo cierto es que nadie habla de la atinada acción sino por el contrario, toda la opinión pública está enfocada a los actos de miedo provocados, a los vehículos incendiados, a las acciones de despojo de los vehículos y a los destrozos a las unidades automotrices provocados por los ponchallantas. En síntesis, la guerra mediática, nos guste o no, la controla el crimen organizado y los hacen para amedrentar a los policías y a los ciudadanos. Es cierto que el problema viene desde hace muchos años, que se dejó crecer y se dejaron de hacer muchas cosas, pero lo cierto es que a este gobierno, en sus tres niveles, le corresponde hacer frente y solucionar este flagelo. No basta culpar a los gobiernos anteriores, no basta señalar que es una situación heredada y mucho basta que se manifieste la solidaridad de las autoridades o de los partidos políticos en favor de las víctimas y sus familias, urge una acción más eficaz del Estado mexicano y se termine con la incompetencia institucional que sólo se limita a contabilizar víctimas, pero sin solucionar el problema. El problema de la violencia y la delincuencia no es un problema solamente electoral, es mucho más que eso.