La Kakistocracia, es un concepto que viene del griego Kákistos, que significa el peor; y Kratos, que se refiere al gobierno, y es un término utilizado en el análisis y la crítica política para designar un gobierno formado por los más ineptos, los más incompetentes y los menos calificados de un grupo determinado de la sociedad o de un gobierno.

El término se utilizó por vez primera en el siglo XII por el religioso Pablo Gosnold en St. Maries en Oxford, cuando el 9 de agosto de aquel año, al predicar un sermón utiliza por vez primera la palabra “Kakistocracia”.

Referimos lo anterior, porque ante el cúmulo de expedientes abiertos que tiene el Gobierno del Estado, parece que el titular David Monreal Ávila, al menos en los aspectos político y jurídico, navega sólo.

Es necesario que alguien, con oficio político y jurídico, le ayude de inmediato al gobernador, de lo contrario lo meterán en un callejón sin salida del que muchos se pueden arrepentir.

Apenas ayer, la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas dio contestación a la solicitud presentada por la representación legal de la Secretaría de la Función Pública, respecto a la ejecución inmediata de la orden de aprehensión dictada en contra de Benjamín N.

La situación es que de nueva cuenta, les dan un revés a los asesores jurídicos del gobierno estatal.

El viernes 21 de este mes, la Secretaría de la Función solicitó a la Fiscalía que de inmediato procediera para capturar al imputado Benjamín “N” por no atender a los requerimientos de autoridad y ser considerado una persona que se sustrajo de la acción de la justicia.

Pero en respuesta, y tras una sencilla argumentación, se les dejó claro que la Fiscalía General de Justicia “se encuentra imposibilitada de atender legalmente la solicitud realizada”.

Duro golpe a la Coordinación General Jurídica y a la Secretaría de la Función Pública que responsabilizó a la Fiscalía de la detención de Benjamín “N” y la urgió a “hacer su trabajo y atacar la impunidad en los casos de corrupción”.

Y con manzanitas, la Fiscalía General de Justicia explicó porque no puede detener a Benjamín “N” y dice  “en vía de respuesta a la petición, esta Fiscalía General partiendo del contenido del artículo 26 fracción I, inciso g) de la Ley de Amparo, que establece que la resolución que decida sobre la suspensión definitiva se deberá notificar personalmente y, en términos de la fracción II de la citada ley reglamentaria, deberá ser por oficio a las autoridades responsables por parte del Juzgado Federal; situación que hasta la fecha no ha acontecido.

“Aunado a que desde el día 15 de julio es la Coordinación de Aprehensiones, Colaboraciones y Extradiciones de esta Fiscalía General de Justicia, la autoridad a quien corresponde ejecutar el mandato judicial, y quien deberá ser notificada directamente por la Autoridad Federal de Amparo de la revocación de la suspensión, situación que hasta la fecha tampoco ha acontecido”.

En tal situación el amparo sigue vivo y no es posible su detención.

Ante tal razonamiento, es importante que alguien le diga al gobernador que está rodeado de los peores, al menos hasta el momento y por esa razón, pocos le creen a su gobierno, ya que no tiene personas con oficio político y menos con oficio jurídico. Parece que es la Kakistocracia.