Francisco Javier García Cabeza de Vaca, el huido exgobernador de Tamaulipas -que permanece en Estados Unidos- y su hermano Ismael, son señalados como autores y operadores de una campaña que busca librarlos de enfrentar a la justicia. El objetivo es conseguir fuero para el panista que se coló a una candidatura plurinominal a diputado federal. Resulta curioso que el protagonista de esta campaña es Horacio García Rojas, un dentista de Reynosa, amigo y colaborador de confianza de Francisco Javier García Cabeza de Vaca, y amigo cercanísimo de Sergio Carmona, señalado como El Rey del Huachicol, asesinado en noviembre de 2021. Este personaje que pasó de dentista a próspero empresario en menos de un lustro, presume que se ha hecho millonario al amparo de supuestos financiamientos de campañas políticas. Pero curiosamente es el mismo personaje al que Cabeza de Vaca incrustó en su gobierno como subsecretario de plantación y vinculación social de la Secretaría de Salud tamaulipeca. La Consejería Jurídica del actual Gobierno de Tamaulipas lo acusó ante la Fiscalía de Justicia del Estado como el responsable de un fraude por más de 500 millones de pesos por la contratación de seguros de gastos médicos para más de 20 mil trabajadores de la propia Secretaría de Salud y de DIF estatal. A Horacio García Rojas también lo acusan de otorgar -por solicitud suya como subsecretario- un contrato por más de 600 millones de pesos a la empresa Grupo Industrial Permart, S.A. de C.V., representada por Julio César Carmona Angulo, hermano de Sergio. También lo acusan de haber comprado medicamentos falsos contra el cáncer por 60 millones de pesos a una empresa fantasma, según denunció la Auditoría Superior de la Federación. Esa transa millonaria, además, le costó la vida a varios enfermos de cáncer en Tamaulipas. La lista de denuncias incluye desfalcos por compras simuladas de uniformes médicos, insumos hospitalarios y renta de equipo. Se señala que los hermanos García Cabeza de Vaca se beneficiaron de todo esto. Luego, Horacio García Rojas renunció al gobierno de Tamaulipas y horas más tarde sufrió un atentado a balazos del que salió ileso. En realidad se dice que dejó el cargo para seguir trabajando en los negocios de los García Cabeza de Vaca. El propio Horacio García Rojas cuenta que Sergio Carmona lo convenció para hacer negocios juntos amparados, como siempre, por la corrupción. Pero sus vínculos con Francisco Javier Cabeza de Vaca son imborrables. De hecho, los estrategas panistas no se sienten nada cómodos con la candidatura plurinominal de García Cabeza de Vaca a diputado federal. No terminan de concluir si les conviene tener dentro a un personaje acusado de delincuencia y lavado de dinero. Tal es la incomodidad, que él tuvo que borrar una fotografía con la candidata Xóchitl Gálvez, instantes después de haberla subido a redes sociales. En el Senado de la República, a sus compañeros panistas cada vez les cuesta más trabajo defenderlo. Lo cierto es que García Cabeza de Vaca solo espera obtener el fuero que le daría la diputación para terminar su autoexilio en Estados Unidos y regresar a México. La historia continuará. POR ALEJANDRO CACHO

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