Acaba de pasar la elección de medio mandato en Estados Unidos. Pero, ¿qué resultados y lecciones nos deja este proceso? Vamos por partes.

En Estados Unidos, el periodo presidencial dura cuatro años, y a la mitad se lleva a cabo una elección en la que se renueva la totalidad de la Cámara de Diputados, el 35% del senado y las gubernaturas de 36 de los 50 estados. Típicamente el partido en el poder está en la mira porque es una evaluación del presidente, aunque él no esté en la boleta. Trump y Obama sufrieron reveses en sus respectivas elecciones, y se esperaba lo mismo con Biden, pero no ocurrió.

Por otro lado, Trump ya anda buscando cómo colarse de nuevo a la Casa Blanca y en sus discursos campañeros y de apoyo vaticinaba una ola rola, o sea del color del Partido Republicano, pero ésta quedó a deber. Los votos aún se están contando, pero es probable que los Republicanos tomen solo el control de la Cámara de Diputados por un estrecho margen; el Senado se mantendrá en dominio de los Demócratas. Y de los estados en disputa, los Demócratas recuperaron dos: Maryland y Massachussets: y perdieron Nevada.

La pregunta es: ¿por qué el golpe electoral no fue tan fuerte para el tío Biden siendo que tenía el factor económico y la inflación en contra? Primeramente, por el miedo o ira hacia Trump por parte de los Demócratas, y el rechazo por parte de grupos de Republicanos que consideran que llevó demasiado lejos su berrinche cuando perdió su reelección en el 2020. De hecho, pasaron dos cosas: varios candidatos estrella de Trump a los que apoyó con todo perdieron. Y ahora tiene a un rival por la candidatura a la presidencia más fuerte: el gobernador reelecto de Florida Ron DeSantis que ganó su estado por 20 puntos. Definitivamente no fue una buena noche para Trump.

Por otro lado, está el radicalismo ideológico en el que está inmerso el país, desde la desconfianza que causo Trump a través de rumores sobre el conteo de votos en los estados, y que hay gente que defiende esa teoría de la conspiración de forma radical, hasta la anulación de la sentencia Roe v Wade que garantizaba el derecho al aborto.

En resumen, le salió barata a Biden. Pero, ¿qué vendrá después? Simple: una segunda mitad de mandato llena de obstrucciones e investigaciones a Biden por parte del Congreso; un Trump radical que en breve anunciará su candidatura a la presidencia (otra vez) y con ello dos años de campaña brutal; y finalmente, los efectos de una Nación dividida en la que los partidos atienden más a sus plataformas políticas que a los ciudadanos. ¡Vaya ejemplo de democracia!

Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter @navarroisrael