681 turistas que perdieron sus vuelos durante una manifestación “pacífica”, se podría considerar un número más, sobre todo si se es gobernante de alguno de los tres niveles de gobierno en México, ya que la gran mayoría de estas personas son extranjeros que no pueden participar en las elecciones internas. Esas 681 personas que vieron con tristeza como no pudieron llegar al aeropuerto el pasado fin de semana por quedar varados en el inmenso tráfico provocado por 150 personas afiliadas a una agrupación denominada “Resistencia Civil Pacífica (RSP)”, que de pacífica solo tienen el membrete, con la complicidad de los diversos entes de gobierno, mantuvo de rehén a una ciudad entera durante casi ocho horas. Escudándose en el artículo 16 Constitucional, así lo gritaban en sus consignas, señalaba que ellos tenían el derecho de manifestarse libremente, porque así lo dice la Carta Magna; lo que nunca señalaron es que realizar un Ataque a las Vías Generales de Comunicación es un delito que puede llevar a las personas a prisión hasta por 30 años, esto según el Código Penal Federal. Mientras que estos inconformes con la “Verificación Vehicular” mantenían a la ciudad en un vilo, las autoridades de los tres órdenes de gobierno se mantuvieron agazapados en sus oficinas con aire acondicionado; al tiempo que miles de turistas y trabajadores, desesperados trataban de llegar a su destino. La exigencia de RSP era una sola, el cierre del “Verificentro”, cosa que al final el Ayuntamiento de Puerto Vallarta concedió mediante una clausura, las cual se otorgó justo a la hora en que el establecimiento cerró. No habían pasado ni 15 horas, cuando personal del Gobierno del Estado se apostó de nuevo en el lugar para abrir el sitio, curiosamente los sellos de clausura ya no se encontraban, sin embargo, no hubo una sola persona que pudiera decir que había pasado con dichos pegotes, los cuales se supone que por Ley no se debieron retirar. Horas después, personal de Inspección y Reglamentos volvió al lugar a realizar una “Clausura Simbólica”, la cual para términos prácticos es como regañar a un niño y permitirle que vuelva a hacer una situación similar al motivo de la llamada de atención. En estos momentos, la guerra entre el Ayuntamiento y el Gobierno del Estado prácticamente está declarada, por lo que durante los próximos meses se verán una serie de batallas con miras al 2024, pero de esas confrontaciones no serán parte esas 681 turistas, ellos solo son un daño colateral.