El legendario estadio de San Siro (oficialmente llamado Giuseppe Meazza) entra en la última etapa de historia antes de ser demolido casi en su totalidad, después de que el ayuntamiento de Milan aprobó su venta a los clubes AC Milan e Inter de Milan por 197 millones de euros. El plan de las directivas de los dos equipos de la ciudad lombarda, que juegan ahí como locales, es la demolición del vetusto inmueble, cuyo origen data de 1925, para dar paso a la construcción de uno más moderno con capacidad para 71,500 aficionados, que será diseñado por las firmas arquitectónicas Foster + Partners y Manica. Se estima que las obras podrían iniciarse en 2027 y culminar en 2030, momento en el que empezaría la fase de demolición parcial del San Siro. El diseño contempla la demolición del 90 por ciento del estadio actual —incluyendo torres y zonas de gradas—, no será una demolición total, debido a restricciones patrimoniales. Un informe universitario sugiere que se preservarán aproximadamente 9,072 metros cuadrados, frente a los 91,382 que serían demolidos. La conservación parcial es porque la comisión regional del patrimonio cultural de Lombardía declaró que el segundo anillo del estadio y sus características arquitectónicas (las rampas espirales, entre otros) tienen “interés cultural” y deben protegerse. El estadio de San Siro tendrá una de las demoliciones más extrañas: casi todo será reconstruido menos una sección simbólica de su estructura. El diseño también contempla un techo cubierto que rodeará el estadio, sustituyendo las puertas tradicionales de acceso, además de integrar servicios de comercio, museos, oficinas y zonas verdes subterráneas y superficiales. FUENTE EXCÉLSIOR