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El mundo no está para sustos, tras una pandemia inagotable con rebrote, la guerra entre Rusia y Ucrania...
00:02 viernes 20 mayo, 2022
ColaboradoresEl mundo no está para sustos, tras una pandemia inagotable con rebrote, la guerra entre Rusia y Ucrania, una recesión económica global y las expectativas de un crecimiento que parece no llegar, el nuevo boom fatídico capaz de desquiciar a cualquiera se llama Monkeypox. Es claro que no tiene una trascendencia tan marcada como los eventos anteriormente mencionados, pero sí es importante analizar cómo, en un panorama en el que cualquier nota que se salga de la regularidad tiene trascendencia económica, esta viruela seguramente va a dar mucho de qué hablar en los próximos días.
Recuerdo los tiempos en los que enfermedades como el ébola aparecían en portadas de los principales diarios, es lógico que tras la pandemia covid-19 y todas sus variantes, cualquier enfermedad que no rebase el adjetivo de en general o global parece ser pecata minuta… también es cierto que nos hemos vuelto muchísimo más aprensivos en un mundo en el que la muerte se ha visto muy cercana y que de una u otra manera ha tocado a alguna persona de nuestro entorno. Reino Unido ha sido el primero en reportar casos sobre esta en particular enfermedad, con 9 casos registrados en este país, las autoridades sanitarias han dado parte coincidiendo con una expansión en países como España, Portugal y del otro lado del charco Estados Unidos. Desde la capital española se detectaron 23 posibles casos de infección por viruela símica que activan las alarmas sanitarias y obligan al estudio con diferentes centros de Microbiología para no confirmarse en confirmar el diagnóstico sino buscar la manera de parar la propagación. El hecho de que Monkeypox llegué a América, saltando del continente africano y europeo en un tiempo récord, ha puesto muy nerviosos a todos los responsables sanitarios, entendiendo que si bien la magnitud no podría compararse con pandemias o enfermedades con una generalidad mucho más marcada, no deja de ser mediática y por lo tanto, digna de atención ante posibles consecuencias en los diferentes ámbitos. Tomando en cuenta un riesgo mínimo en la transmisión del Monkeypox, el tema sirve para valorar qué es lo que está sucediendo actualmente en temas de salud y economía, tanto en el entorno nacional como en el global. Mientras países han abierto fronteras y regularizado normas en las que, tras campañas de vacunación exitosas y con responsabilidad hacia todos aquellos que decidieron no ser parte de la aplicación o refuerzo, México se encuentra a mitad de camino sin poder encontrar una vía rápida que pueda agilizar la vacunación. El debate para la vacunación de infantes no da lugar cuándo nos podemos comparar con otros países en los que esta aplicación ha sido todo un éxito, tanto para la protección y eliminación de contagios, como para la reactivación económica. Todo parece apuntar a una pérdida de miedo, una posible confianza excesiva o la caída en una rutina en la que la gran mayoría porta un cubre bocas brincándose todos los parámetros de contingencia social. Mientras el país no tenga un esquema de salud garantizado y seamos duros con aquellas personas que decidieron no participar en los procesos de vacunación, los continuos brotes y alarmas que suponen nuevas enfermedades serán piedras en el camino hacia una mejora social y por lo tanto, económica. Parece que en estos últimos días nadie habla muy claro sobre lo que representa la pandemia, sí le podemos decir adiós, hasta luego o seguirla saludando como parte de nuestra rutina en la que se han quedado muchos hábitos pero poco raciocinio para afrontar el nuevo panorama en el que nos encontramos.
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08 abril 2022. Análisis y Opinión. © Javier Rueda