Para evitar que, en los centros nocturnos, bares y restaurantes de San Luis Potosí, sucedan altercados como el de "Los Cantaritos" en Querétaro o el del bar "Bling Bling" en el Estado de México, se debe generar una política de seguridad focalizada para prevenir que el estado se convierta en un objetivo criminal en el que existan daños colaterales por ello, señaló en entrevista Francisco Salazar Soni, experto en seguridad.

Por ello, es necesario que "se cierren filas" desde los procesos administrativos, buscando el correcto cumplimiento de la norma administrativa respecto al funcionamiento de este tipo de negocios que tienen mayor afluencia en el horario nocturno.

Señaló que al ser la violencia un delito dinámico, se deben considerar estrategias colaborativas entre los 3 niveles de gobierno para buscar la prevención del mismo, pero también entre estados colindantes, tomando en cuenta el estatus de cada entidad. "Hay que generar información de inteligencia, pero nunca bajar la guardia", puntualizó.

En adición, detalló que enfocarse en la estandarización o regularización de la vida nocturna en los estados, es un enfoque erróneo de parte de las autoridades, pues el problema es más complejo que solo aplicar nuevos lineamientos a los centros nocturnos o bares. Si bien, sí deben de existir lineamientos generales para que la vida nocturna pueda desarrollarse en un ambiente pacífico y seguro para los asistentes, sin embargo, el problema en realidad está ubicado en el desplazamiento criminal interno.

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Aseveró que regular la vida nocturna no solamente implicaría monitorear los centros nocturnos o bares, pues también sería necesario hacerlo con los supermercados, restaurantes, cafés. En consecuencia, se enfrentaría a un reto muy complejo buscando generar una política de protección de vida nocturna.