Si se quiere analizar lo que está pasando en el mundo solo a la luz política del comercio internacional, se puede afirmar que "no estamos en una guerra comercial", aseguró en Así las cosas en el Bajío el analista político y económico Armando Ríos Piter.

No obstante a que la política de Donald Trump no tiene ni pies ni cabeza, dijo, es claro que su finalidad es encontrar un beneficio a corto plazo para su país. De esta manera, el mandatario estadounidense pone las cartas sobre la mesa global, da un manotazo y busca una redefinición de los cánones comerciales que actualmente hacen que el mundo funcione.

Asimismo, Ríos Piter subrayó que se vive una gran competencia de consumo entre China y Estados Unidos, sin embargo, el país norteamericano sigue mostrando una mayor capacidad y liderazgos económicos y militares. Ante ello, las medidas arancelarias podrían explicarse en que busca un apalancamiento para renegociar con antiguos socios y tender puentes con nuevos aliados. "Es un momento de redefinición geopolítica y Trump quiere ser un actor clave", agregó.

En este sentido, el papel de México se torna relevante por la cercanía y la relación bilateral. Ante ello, el analista llamó a entender el momento que vive el mundo en cuestión política, territorial y comercial, ya que la nación mexicana ocupa un lugar estelar en la competencia china y estadounidense.

En consecuencia, es una negociación compleja, afirmó Armando Ríos Piter, que incluye el comportamiento de las fronteras, las patrullas y los mecanismos de fuerza, por lo que sería equivocado reducirla al tema de los aranceles.

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Finalmente, concluyó que México no ‘salió tan mal parado’ en los anuncios arancelarios de Donald Trump por la importancia geoestratégica que significa México para lo que viene y la forma en la que el bloque de América del Norte buscará jugar en una competencia desafiante contra China.